El cementerio del Oeste de Perpiñán, búsqueda y memoria
Con la parte de investigación más importante terminada, el conjunto de cementerios de Perpiñán concentraron, en total, 1.439 inhumaciones de refugiados de la Guerra de España entre 1939 y 1944, de los cuales 841 fueron enterrados en el cementerio del Oeste entre 1939 y 1942 .Perpiñán fue epicentro de servicios sanitarios y hospitalarios, sobre todo de internados en los campos de Argelès, Sant Cebrià y el Barcarès, pero también de otras procedencias como Ribesaltes, Vernet, Prats de Molló o Portvendres.
El conocimiento de la nómina de refugiados enterrados en el cementerio del Oeste de Perpiñán inspiró la organización de un primer acto de recuerdo y homenaje, el 18 de febrero de 2022, coincidiendo con la fecha de los primeros entierros de refugiados de la Guerra de España en ese cementerio. Así, con la investigación todavía en curso, tomamos la iniciativa de poner a disposición los resultados de nuestra investigación centrada en el cementerio del Oeste de Perpiñán. El objetivo: poder conocer mejor el exilio de 1939, y recordar y reivindicar la memoria de las víctimas en el camino de una más que necesaria dignificación del espacio, sin olvidar la labor de reconocimiento a entidades y personas que a título individual o colectivamente habían servido su memoria desde 1944 junto al recuerdo al presidente Lluís Companys. El acto fue convocado por los tres historiadores autores de la investigación y por las entidades rosellonesas Red Cebrianense y Colectivo de Jóvenes del Rosellón, y recibió la adhesión de una veintena de entidades y organismos, entre los que se contaron Almenar Memoria Histórica, Ámbito de Investigación del Berguedà, Amical de Mauthausen, Asociación Cultural Baja Segarra, Asociación Memoria e Historia de Manresa, Ateneo Popular de Poniente, Casa de la Generalidad en Perpiñán, Cátedra Josep Termes-Universidad de Barcelona, Centro Cultural de Tàrrega, Centro de Historia Contemporánea de Cataluña, Círculo Alfons Mias, Comisión de la Dignidad , Consejo para la República, Consorcio del Museo Memorial del Exilio, Dirección General de Memoria Democrática, Fundación Jordi Cases i Llebot, Fundación Josep Irla, Instituto de Estudios Penedesenses, Observatorio Europeo de Memorias (EUROM de la Fundación Solidaridad Universidad de Barcelona, Sikarra Motards, y Sociedad Catalana de Estudios Históricos (Institut d’Estudis Catalans).
La liturgia establecida para el homenaje comporta la lectura de un manifiesto para reclamar la dignificación de este espacio de memoria, así como el despliegue de un mural-memorial (de 2 x 5 m), confeccionado por los autores y diseñado por Helena Rovira, con el objetivo de presentar nominalmente a los 841 refugiados enterrados en aquel cementerio, al menos de forma provisional mientras no exista un elemento memorial permanente. En 2022, la pancarta fue colgada en el muro de cierre que hay junto a la osera común, lugar donde actualmente, y supuestamente, reposan los restos de los exiliados desde probablemente 1946. De este modo, se podían leer con facilidad los nombres de todas las personas inhumadas la osera común del cementerio del Oeste.
El 18 de febrero de 2024, con la pancarta tendida en el suelo de la osera, se ha realizado el tercer acto de recuerdo y homenaje a los enterrados. Este año, han estado presentes los familiares de tres de estas personas que encontraron la muerte en el exilio, concretamente en el Antiguo Hospital Militar de Perpiñán. Se ha contado, pues, con la participación de los familiares de Joan Lahoz Calpe, de 35 años, nacido en Barcelona, de Manuel Olivera Sopena, de 57 años, nacido en Naval (Huesca) y de Ramon Bonet Farré, de 18 años, nacido en Guimerà (Urgell).
De los parlamentos destaca el hecho por Manel Viñals Segalés, sobrino nieto de Ramon Bonet. Manel es un chico de 18 años, que con emoción ha evocado el recuerdo de otro chico de su edad, hermano de su padrina, la cual lloró su pérdida toda su vida. La intervención de Manel se convierte en ejemplo de la transmisión de la historia familiar y de la memoria colectiva. De cómo un chico de hoy en día se esfuerza por comprender el sinsentido de la guerra, conociendo el trágico fin de otro chico como él que nunca más volvió.
Con situaciones como ésta, con el testimonio de Manel, la investigación toma un sentido inmenso, llegando a las generaciones jóvenes que deben ser conscientes y conocedoras del pasado para poder, verdaderamente, construir un futuro mejor.