Monumento a
Antonio López y López

 

A López y López. Quinto asalto. Memorias incómodas en el espacio público

En 2018 presentamos al Ayuntamiento de Barcelona un ejercicio especulativo y de reflexión de un lugar inacabado. Entendemos el monumento, -y también el nombre de la plaza-, no sólo como un elemento controvertido sino como una oportunidad para dar cabida a los debates públicos actuales y futuros sobre un sistema cultural y económico neoliberal eminentemente racista y clasista; asentado cómodamente en valores subyacentes procedentes de un pensamiento esclavista y colonial.

La idea clave del proyecto es la de dar la vuelta al monumento (de lo negativo a lo positivo) y posibilitar una lectura inversa del objeto simbólico original. Es decir, un símbolo nefasto siempre engendra valores contrarios a aquello que enriquece -o debería- nuestros pilares democráticos, de conocimiento crítico y de crecimiento social. Por tanto, las premisas que propusimos fueron: 

  1. La actuación debe interpelar al ciudadano/a. Hacer pensar, incidir en lo nefasto de la condición humana de la esclavitud y el colonialismo. La nueva propuesta debe o debería incidir en la capacidad de sorpresa y de reflexión. 
  2. Actuación física sobre la estatua y sobre el simbolismo del nomenclátor. 
  3. Paliar el déficit de género en el nomenclátor de la ciudad y aprovechar para conmemorar mujer y abolicionismo en un mismo lugar.
  4. Aprovechar la actuación para conseguir convertir el monumento pétreo e invisible en un lugar de memoria, en un espacio de crítica y acción. 
  5. Dinamizar ese nuevo lugar de memoria mediante acciones temporales pero cíclicas. 

El proyecto de arte público y diseño urbano propuesto y publicado en distintos foros se basa en la idea de destronar al marqués, des-jerarquizando su estatua, ahora hundida en el subsuelo de la plaza, inundada por agua del mar mediterráneo. Planteamos devolver al marqués al mar, el mismo mar de donde tantos beneficios extrajo, traficando y comerciando con tabacos, con azúcares, con arte y…con seres humanos.  Para ello lo hundimos en una fosa al nivel del mar -nivel freático del antiguo puerto de Barcelona. Una fosa de cristal para que tanto el Sr. López como la ciudadanía podamos reflexionar sobre el pasado. No es aleccionador, pero sí ejemplar. 

El pedestal, repleto de símbolos elocuentes de la relevancia del personaje, se mantiene, como fuente de información del pasado. Entre estos símbolos hallamos una cita del poema La Atlántida, de Jacint Verdaguer.

La Atlántida vuelve a resonar en el nuevo monumento, ahora con otra cita que podría estar inscrita en el pavimento junto a la fosa, al lado del marqués:

Per dar-li en lo sepulcre del mar immensa llosa,/ un gros penyal fa caure-hi que estava primparat,/ muntanya sens rabasses, que, en terra ja lent nosa,/ d’esquitx i bruit dins l’aigua remou la tempestat.//Jacint Verdaguer, L’Atlàntida1.

Y en la plaza, -tal vez encima del pedestal-, cada año un concurso de creación artística, que podría ser gestionado por el Ayuntamiento/Observatorio Europeo de Memorias, con el objeto de profundizar en el tema de la memoria colonial y esclavista así como en sus modos de transmisión en el espacio público. 

Como ejemplo de esta estrategia de re-significación temporal podemos presentar el caso de Trafalgar Square (Londres), dónde existe desde hace años un programa similar de enorme interés mediático y cultural: The Fourth Plinth. Un comisariado experto selecciona de entre artistas reconocidos uno que proyecta una obra temporal para uno de los cuatro basamentos de la plaza que desde su construcción quedó vacío. Es un programa de enorme dinamismo que entiende el espacio y el arte público,, no como un lugar cerrado sino como un lugar flexible abierto al debate público constante.

La memoria es debate, proceso, transgresión y conflicto. En todo caso creemos que la acción sobre estos u otros monumentos deben ir más allá del derribo, pueden ser catalizadores que promuevan la reflexión cívica, desde la valentía de la acción y de la política pública con la interacción interdisciplinar entre profesionales y con la sociedad.

 

PROYECTO L’ATLÀNTIDA

Proyecto L’Atlàntida, 2019. Jordi Guixé (EUROM, Observatorio Europeo de Memorias) y Núria Ricart (Facultad de Bellas Artes, UB)2.

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