La Atlántida vuelve a resonar en el nuevo monumento, ahora con otra cita que podría estar inscrita en el pavimento junto a la fosa, al lado del marqués:
Per dar-li en lo sepulcre del mar immensa llosa,/ un gros penyal fa caure-hi que estava primparat,/ muntanya sens rabasses, que, en terra ja lent nosa,/ d’esquitx i bruit dins l’aigua remou la tempestat.//Jacint Verdaguer, L’Atlàntida.
Y en la plaza, -tal vez encima del pedestal-, cada año un concurso de creación artística, que podría ser gestionado por el Ayuntamiento/Observatorio Europeo de Memorias, con el objeto de profundizar en el tema de la memoria colonial y esclavista así como en sus modos de transmisión en el espacio público.
Como ejemplo de esta estrategia de re-significación temporal podemos presentar el caso de Trafalgar Square (Londres), dónde existe desde hace años un programa similar de enorme interés mediático y cultural: The Fourth Plinth. Un comisariado experto selecciona de entre artistas reconocidos uno que proyecta una obra temporal para uno de los cuatro basamentos de la plaza que desde su construcción quedó vacío. Es un programa de enorme dinamismo que entiende el espacio y el arte público,, no como un lugar cerrado sino como un lugar flexible abierto al debate público constante.
La memoria es debate, proceso, transgresión y conflicto. En todo caso creemos que la acción sobre estos u otros monumentos deben ir más allá del derribo, pueden ser catalizadores que promuevan la reflexión cívica, desde la valentía de la acción y de la política pública con la interacción interdisciplinar entre profesionales y con la sociedad.