Introducción
Los memoriales de las guerras, los héroes y las victorias son símbolos que pretenden perpetuar el pasado en nuestras vidas. Una imposición icónica de la conexión entre pasado y presente. Ese tipo de monumentos querían implantar un tipo de recuerdo, un “permanente Napoleón” que nos evoque el heroísmo de la historia como fruto de nuestros orígenes.
Por otro lado, existe otro camino para conmemorar el pasado en el presente y el presente propio: el trabajo de memoria. Un trabajo que combina la práctica cotidiana con el análisis crítico, teórico e histórico del pasado que continúa entre nosotros. Se trata de un trabajo interdisciplinario y sistemático que nos permite cambiar las visitas “monumentales” y “anticuadas” por una aproximación crítica y analítica de los viajes históricos.
En lugar de conmemorar muertos heroicos, batallas, triunfos de victorias sangrientas, de las recientes guerras modernas o de obscenas dictaduras, debemos dar una oportunidad para vivir el testimonio del combate a favor de la abolición de las guerras, los totalitarismos y los conflictos.
Al mismo tiempo, el lugar debe transmitir conocimiento crítico, la experiencia del aprendizaje a través de la pedagogía pública y ciudadana de la sociedad que crece en paz y democracia, pero no ignorante. Es complejo, conflictivo y poco consensual actuar o abordar estos temas en espacios, monumentos o edificios hijos de la barbarie, de la antidemocracia y de la ocultación de la realidad histórica. Una realidad que esconde y alberga la incomodidad de la violencia entre vecinos y familias. Una historia que remueve injusticias de una sociedad tensa y vengativa, donde fue más fácil matar que sobrevivir. No es fácil actuar en esas circunstancias, pero el tiempo, la justicia y la decisión política deben ejercer el derecho a recuperar el pasado en aras de la democracia, del presente y del futuro.
Por ello, el monumento a los Caídos de la ciudad de Pamplona, es un icono monumental que nos permite analizar y nos tendría que permitir actuar a favor de esa experiencia y aprendizaje. No ya por nosotros -que todavía queremos y debemos aprender mucho de los errores del pasado-, sino por el arduo hecho de que nuestra única misión en esta sociedad es procurar dejar un mundo mejor, más libre y más justo del que lo hemos encontrado.
1. ALGUNAS REFERENCIAS INTERNACIONALES
- A. Monumentos o lugares de memoria donde no se ha intervenido
- B. Monumentos o lugares de memoria donde se ha intervenido
- C. “Lugares del Terror”
- D. Dos recuperaciones interesantes
2. VALORACIÓN PARTICIPATIVA (Entrevistas)
- 3.1 Acciones anteriores
- 3.2 Trama urbana. Impactos y Reconfiguración y nuevos usos del espacio público.
- 5.1. PAC: Plan de Actuación sobre Caídos
- 5.2. Consideraciones para su intervención física
- 5.3. Acciones posibles de sensibilización y actuación
1.ALGUNAS REFERENCIAS INTERNACIONALES
A. Monumentos o lugares de memoria donde no se ha intervenido
Arco del Triunfo de Paris
U n proyecto institucional y arquitectónico para la creación de un centro que se superpone al Arco del Triunfo de Paris, lo cubre, lo envuelve y lo supera con el objetivo de crear un Instituto Mundial para la abolición de la guerra. El proyecto, de Krysztof Wodiczko, fue seleccionado para la Bienal de Venecia en 2010. No fue realizado, pero engloba la más interesante actuación que combina la conse
Un proyecto institucional y arquitectónico para la creación de un centro que se superpone al Arco del Triunfo de Paris, lo cubre, lo envuelve y lo supera con el objetivo de crear un Instituto Mundial para la abolición de la guerra. El proyecto, de Krysztof Wodiczko, fue seleccionado para la Bienal de Venecia en 2010. No fue realizado, pero engloba la más interesante actuación que combina la conservación del vestigio, que sin destruirlo lo envuelve y convierte su poder patrimonial y memorial negativo en positivo, contemporáneo y público. Una gigante escafandra cultural y memorial.
rvación del vestigio, que sin destruirlo lo envuelve y convierte su poder patrimonial y memorial negativo en positivo, contemporáneo y público. Una gigante escafandra cultural y memorial.
El monumento renace en un nuevo y cívico contexto. Condiciones: transparencia, circulación libre a través y alrededor de su estructura. Implica una visita guiada a la cúpula y mirador, y un espacio cultural underground y upperfloor.
El contenido deber crear espacios de investigación histórica, de dignificación de víctimas, artísticos, culturales, antropológicos; en el sentido más positivo de memorial democrático de las sociedades. La relación con el nuevo edificio envolvente, el monumento y la institución de cultura memorial, sobrepasa el legado militar y lo traslada por encima del tiempo en un nuevo espacio, una nueva narrativa visual y de contenidos donde todas y todos nos sentiremos interpelados. El pasado fue y está, pero nos condiciona en valores positivos en el presente ¡aprovechémoslo!
Casa del Fascio de Predappio
Proyecto muy interesante pero muy controvertido debido a su ubicación. La idea de recuperar una de las más icónicas Casas del Fascio italianas y dedicarla a un museo –el primer museo- sobre el fascismo en Italia es síntoma de madurez democrática. Pero el hecho que este edificio singular se encuentre en Predappio complica el proyecto.
Predappio, como se sabe, fue cuna y es tumba de Benito Mussolini, “el Duce”. Y el municipio se ha convertido en un lugar de peregrinaje creciente de nostalgia neofascista. En la calle principal se venden toda clase de “souvenirs” del Fascio, del nazismo y del franquismo, entre otros. En verano incluso se venden “helados Benito”. Todo ello ha llevado a una fuerte división entre el proyecto y la opinión de los expertos. Unos han aconsejado realizar dicho museo en un lugar más emblemático como Milán, otros apuestan por la valentía de actuación y defienden precisamente la necesidad de contrarrestar el discurso radical y neofascista con un lugar pedagógico internacional en Predappio. El alcalde lo tiene claro y ha desbloqueado ya 6 millones de euros para empezar la restauración e iniciar el proyecto.
Paterai, Tallinn
Lugar incómodo en el centro de Tallinn, Estonia, donde se ubicó la antigua cárcel para presos políticos y deportados durante la Segunda Guerra Mundial. Incómodo porqué explica la colaboración de los autóctonos en la represión y en el genocidio judío, pues por allí no sólo pasaron presos soldados y políticos, sino también se ejecutaron judíos de otros países de Europa.
Es un edificio cerrado que podría convertirse en un gran centro cultural, pero que no recibe demasiadas demandas de intervención por la incomodidad que supone y por la presión urbanística de derruirlo para poder lograr suelo libre y especulativo. La decisión pasa por la alcaldía de la ciudad, pero también por el gobierno, que podría disponer de un buen equipamiento donde se explicase el complejo tramado histórico de este país báltico.
La cárcel Modelo de Barcelona
Liberada por fin de presos, el gran espacio penitenciario de la cárcel Modelo de Barcelona presenta tantas incógnitas como retos. Un proceso participativo, abierto desde hace años con las asociaciones de vecinos, ha ido reclamando tres grandes usos urbanos públicos para esa zona del gran ensanche de la ciudad: equipamientos necesarios (escuelas y centros del barrio); zonas verdes (se trata del distrito más poblado de la ciudad); un memorial de esa gran cárcel emblemática.
Después de una disputa sobre el modelo narrativo y el proyecto memorial de la cárcel entre gobierno autonómico y ayuntamiento, este último ha tomado las riendas del espacio y ha empezado a realizar actos y eventos dentro del perímetro de la cárcel. Un proyecto de tres patas dotaría al lugar de un espacio de interpretación, de un vivero de entidades y de un lugar internacional de relaciones culturales y memoriales.
Hay cierta disputa entre el proceso participativo y el proyecto del ayuntamiento, y también sobre la cantidad de galerías y espacios que terminaran por ser museo o memorial, así como el gran dilema de qué conservar y qué mantener o recuperar. Un informe intermedio fue realizado por el Observatorio Europeo de Memorias para combinar mejor los usos del barrio con la potencia memorial e histórica del lugar.
Las cárceles de Carabanchel y de Les Corts
Cito aquí estas dos cárceles emblemáticas, una de Madrid y la otra de mujeres en Barcelona, pues son “no-lugares” de memoria. Es decir, no hay vestigio alguno de estos espacios de represión durante la guerra civil y la dictadura. Pasados los años, familiares, entidades del barrio y la Universidad de Barcelona, han abierto sendos procesos de participación que han reclamado visibilidad a la invisibilidad y al silencio vacío de estos antiguos lugares de memoria. En el caso de les Corts el proceso ha ido avanzando durante más de 10 años y se han ido añadiendo entidades y acciones de intervención del espacio, señalización y aprendizaje, conmemoración y homenaje a las antiguas presas.
Tanto les Corts como Carabanchel son nuevos lugares recuperados en el espacio y el tiempo para dignificar esa memoria robada o silenciada. Y donde había vacío ahora se reclama algún tipo de memorial o monumento, hecho que nos hace reflexionar sobre las precipitadas demoliciones.
B. Monumentos o lugares de memoria donde se ha intervenido
Campos de concentración en Europa
A partir de los años 60, por iniciativa de las asociaciones de memoria y de víctimas de los crímenes nacionalsocialistas, se empezaron a recuperar y museizar algunos lugares de represión, concentración, exterminio y tortura en Alemania y otros países. Las primeras reacciones de destruir y olvidar se superaron y se convirtieron en intervenciones para recuperar y realizar pedagogía democrática hacia las nuevas generaciones. La evolución ha sido firme y única en el caso alemán, pero no sólo. Actualmente estos lugares que representan la barbarie nazi son lugares de memoria, cultura y pedagogía –también turismo. El caso mundial más emblemático es el de Auschwitz, con 2 millones de visitantes al año.
Centenares son los ejemplos de museización e interpretación de la violencia y la deportación. Pero la combinación de elementos patrimoniales con la memoria de las víctimas convive en todas las exposiciones y propuestas museográficas y arquitectónicas.
Podríamos citar muchos casos, pero cabe revisar la interesante propuesta del recientemente abierto Camp des Milles (Francia), donde no se elude la historia de la antigua Tejería –memoria industrial y del trabajo- con el uso que tuvo durante la Segunda Guerra Mundial como campo de deportados. También es interesante la combinación entre elementos y edificios contemporáneos y barracones originales en Rivesaltes, en el sur de Francia y la multiplicidad de espacios culturales en Sachsenhausen cerca de Berlín.
Fontana de Kassel (Aschrott-Brunnen)
El artista Horst Hoheisel, especialista en contramonumentos memoriales, convirtió la reconstrucción de una fuente (Aschrott-Brunnen) en un nuevo espacio urbano y de memoria. La fuente fue construida por un arquitecto judío represaliado en 1939 y destruida por los nazis. Su reconstrucción representaba la persecución local de los judíos y era un símbolo prominente, vertical e imponente. ¿Cómo actuar sobre ella sin reconstruirla igual como estaba?
La idea, igual que otros proyectos del mismo autor, fue la inversión total del monumento hundiéndolo bajo tierra. La nueva fuente, plana y circular hacía correr el agua hacia las profundidades de la cúspide, sumergida inversamente. Un proyecto que interpela positivamente a la ciudadanía y que soluciona los debates sobre demolición o conservación del monumento.
AKTION T4, Berlín
La experta y comisaria de varios monumentos memoriales en Berlín, Stefanie Endlich, hacía más de 10 años que reivindicaba ese lugar como un espacio memorial de la ciudad y de todo el país. Después de un largo proceso y en el marco de la instalación de diversos monumentos memoriales en homenaje a diversos colectivos de víctimas de la deportación y el Holocausto, era el turno de los exterminados por condiciones de disminución psíquica: la conocida Aktion T4.
El centro de operaciones y cuartel general estaba en una casa desaparecida justo enfrente de la actual Filarmónica de Berlín. Un lugar invisible que era reivindicado por asociaciones y familiares de víctimas desde hacía tiempo. Incluso una gigante escultura de Richard Serra se había interpretado como símbolo de memoria sin ser exactamente así. La memoria invisible de la detención de los disminuidos era también invisible en el lugar. Una exposición y una simple placa empezaron a “conquistar” el espacio urbano, hasta que la ciudad decidió abrir un concurso público.
El nuevo monumento memorial es un ejemplo que combina una acción artística sencilla que respeta el perímetro de la antigua Villa con una gran mesa horizontal que incluye información histórica, audiovisuales y un mapeo interactivo de la deportación. Un buen ejemplo de cómo recuperar un espacio que se mantuvo aséptico durante décadas.
ESMA, Buenos Aires
La Escuela Mecánica de la Armada fue un gran predio militar utilizado como lugar de detención y tortura para los presos civiles políticos durante la dictadura argentina. El enorme espacio en el centro de Buenos Aires, se convirtió en diversos lugares relacionados con la memoria del terror de la dictadura.
Diferentes dependencias albergan el Centro Cultural de Memoria Haroldo Conti; para mí, un ejemplo contemporáneo a tener en cuenta sobre el uso social y cultural de la memoria, aplicable a varios espacios europeos. Haroldo Conti es un enorme centro cultural que gira alrededor de la memoria, los usos del pasado, la cultura y que dispone de diversos ejes de trabajo y departamentos, así como diversas salas para conferencias, proyecciones y exposiciones (departamento de arte, de documentación e investigación, de entidades, de cine, de acción cultural, etc.).
Evidentemente el lugar más visitado también dentro de la ESMA es el edificio original de detención y tortura, sin casi ninguna intervención arquitectónica ni museística, salvo la voz de los testimonios. Otro de los edificios alberga el Archivo Nacional de la Memoria, con miles de documentos sobre la dictadura. Complementan la acción cultural del predio unas visitas guiadas por diferentes espacios para entender la complejidad y diversidad de usos de los diversos edificios.
Prisión de Montluc, Lyon
Montluc es una cárcel aneja al Palacio de Justicia de Lyon en Francia, que albergó presos y presas hasta el año 2009. Ya en 2010 se abrió a visitas concertadas y actualmente se ha convertido en un memorial nacional francés, con una inversión permanente de creación y ampliación de un espacio para el recuerdo. Montluc tiene una historia anterior y posterior a la guerra, como la mayoría de cárceles. Diferentes y diversas memorias conviven pues en el mismo lugar.
La decisión del gobierno estatal y municipal sobre su intervención y sobre el relato histórico escogido fue sobre las víctimas y los represores de la Segunda Guerra Mundial. Eso en sí mismo ha generado muchos debates porque dejaba al margen algunos episodios históricos, a veces incómodos, como los presos durante la Guerra colonial de Argelia o el rol de los encarcelados por objeción de consciencia. Pero lo que nos interesa como lugar recuperado es la progresión en la intervención, en la recuperación de pisos de celdas y en entender que la memoria es un proceso y que dicho proceso puede ser progresivo también en el sentido de intervención arquitectónica y memorialista.
C. “Lugares del Terror”
Topografía del Terror de Berlín
Edificio de nueva planta situado en el corazón de Berlín y también donde estuvo el corazón del centro de decisiones, detenciones y torturas del gobierno nazi. Como en todos los procesos memoriales –también en Berlín- el proyecto ha tardado más de 15 años en poderse realizar. El principal motivo de debate fue sobre los edificios relacionados con la barbarie nazi, destruidos en los primeros años que siguió la reconstrucción de la ciudad. Aunque no todos, la mayoría estaban afectados de ruina y se consideró -y así lo consideraron las asociaciones de víctimas- que los restos de la barbarie debían desaparecer. Hacia los años 90 empezaron a reconsiderarse los debates entre recuerdo/olvido, y la ciudad y el gobierno alemán empezaron a construir y reconstruir la memoria en el espacio público. A partir de ahí, muchos proyectos han ido surgiendo, apareciendo y desapareciendo.
Al principio, en este lugar se expuso una estructura temporal visitable durante unos años, esperando el proyecto definitivo que es el actual. Se combinan los restos de la originaria exposición exterior mejorada con algunos vestigios del muro de Berlín, y en el centro del solar desierto, se levantó un Memorial: el Centro de Documentación de los Crímenes Nazis. Todos estos son espacios culturales y memoriales que son visitados ya por más de un millón de personas al año. Forman parte de los circuitos culturales y turísticos de Berlín con el objetivo de contar también la historia de los culpables y responsables de los crímenes, de ahí el nombre de “Topografía del Terror”.
El diseño arquitectural también es importante pues combina el cristal traslúcido con los elementos blancos y neutros para reforzar la idea de que el lugar fue destruido. Por otro lado, es uno de los memoriales que participa más en las redes internacionales de memoria, activando ciertamente el trabajo transnacional.
Castillo de Wewelsburg
Wewelsburg no es demasiado conocido como memorial, pero lo cierto es que cuenta con una densidad de memorias muy importante. En el mismo pueblo coexiste un gran cementerio de soldados alemanes de la Werchmarch, los restos casi inexistentes de un campo de concentración de prisioneros y el castillo medieval que fue lugar central “y sacro” de las SS de Himmler.
Lo destacable del proyecto es, igual que en la Topografía del Terror, el poder explicar la historia de los represores y los culpables. En este caso de las mismas SS. Además, el castillo fue un lugar utilizado por Himmler y sus adeptos como una especie de espacio esotérico lleno de símbolos y objetos. El más polémico y conocido es el famoso Sol Negro. El castillo se visitaba como espacio histórico medieval. Pero una actuación a partir de 2006 permitió crear un nuevo memorial contemporáneo complementario. Lo destacable es que la torre donde se escondía el Sol Negro, se ha reabierto al público dentro de la visita como lugar de reflexión. La decisión es valiente en dos sentidos: primero, la sociedad, suficientemente democrática, se enfrenta a su pasado y al peligro de la nostalgia; y segundo, diferentes administraciones han invertido más de 40 millones de euros en un proyecto polémico. El resultado es ejemplar y, en un país donde las leyes impiden mostrar y usar el símbolo de la esvástica nazi, en el Castillo de Wewelsburg se muestra y museíza el Sol Negro de las SS de Himler, para aprender también de la barbarie en estrategias de no repetición.
EL-DE Haus de Colonia
Fue una casa abandonada donde estaba la sede de la GESTAPO en Colonia. La acción de un familiar de torturado y deportado desató el debate sobre el lugar. El familiar se instaló con unos cartones informativos a dormir enfrente de la Casa, en el mismo centro de la ciudad alemana, hasta que la prensa y otras asociaciones de víctimas generaron un movimiento de recuperación y señalización del espacio.
El edificio de 5 plantas estaba intacto. Se descubrieron los calabozos originales, repletos de grafitis e inscripciones de los prisioneros. Actualmente se conservan en su estado original todas las celdas y es el lugar de la visita informativa y pedagógica de dicho museo memorial. Es el lugar donde se escuchan también la voz de los presos. El resto de plantas se ha convertido en un museo con exposición permanente sobre la represión, exposiciones temporales de todo tipo (derechos humanos, cooperación, arte, historia, etc.) y un espacio funcional para el personal cualificado.
Casa del Terror de Budapest
En Budapest, el lugar de tortura y detención de la dictadura durante la Hungría soviética se convirtió en un Museo-memorial. Como la mayoría del relato público –oficial- de memoria en Hungría, el mensaje es ciertamente conflictivo, pero la instalación museográfica de cómo recuperar ese lugar de terror es interesante para el análisis.
Entre discurso y diseño, hoy en día, me atrevería a afirmar que es un ejemplo de lo que no se debe hacer. Pero por otro lado, nos sirve de caso pionero de lo que representa la represión nazi equiparada a la represión soviética en los países europeos del Este incorporados a la Unión Europea en 2004. Un lugar y museo precursor de lo que después serían los Museos–Memoriales de la Ocupación en los países Bálticos, Polonia y otros.
D. Dos recuperaciones interesantes
MAAT de Lisboa: Museo de Arte Arquitectura y Tecnología.
Salvando las distancias, que son muchas, el MAAT lo considero un ejemplo análogo al Campo des Milles en Francia. Es un espacio donde se ha recuperado el patrimonio industrial y memorial del lugar a través de la restauración, se visita la historia del edificio a la vez que se ha invertido en un nuevo y contemporáneo museo memorial de arte y cultura.
Este ejemplo lo cito en el presente informe en base a la voluntad de mantener el relato sobre la historia de la industria del carbón y la energía -memoria del trabajo-, con una construcción de arte y cultura contemporána en el mismo recinto, de unas dimensiones y características arquitectónicas impresionantes (aparte de muy útiles para centro y actividades artísticas y culturales). La combinación de ambos patrimonios representa un paso adelante en la gestión cultural del pasado y el presente de Lisboa. Todo un ejemplo, muy ambicioso pero efectivo.
Oradour sur Glane –Francia-, un ejemplo simbólico
Oradour fue un pequeño pueblo del centro-oeste de Francia masacrado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Considerado “Village martyr”, la destrucción casi total del pueblo fue calificado como un lugar de la memoria nacional. Este ejemplo nos sirve en dos direcciones: la primera, de cómo tratar la recuperación de la “piedra” de las ruinas auténticas, cómo preservar los vestigios que configuran la visita guiada del “lugar original” de los hechos. Todo un sistema de conservación patrimonial –y arqueológico- con una cripta y un cementerio, pero también con los muros restantes, calles y casas derruidas por la masacre y por el tiempo. En una segunda dirección, este lugar, de los más visitados de Francia (650.000 visitantes anuales en 2012), convive con un museo memorial activo y contemporáneo que representa el pórtico de entrada a las ruinas.
Este memorial, con sala de exposiciones, sala pedagógica, auditorio y espacios de documentación y trabajo, se integra en el paisaje, hace y ejerce su labor de preámbulo necesario para el joven estudiante y el neófito visitante que después se adentrará en el recorrido del espacio histórico real.
La exposición del memorial contemporáneo también nos interesa por el trato sensible y simbólico que le da a la historia representada: en las partes de la exposición donde se cuenta el episodio de los nazis –y alsacianos- culpables de la matanza, la instalación museográfica de los paneles no tocan y no pueden tocar las paredes del lugar. Es un símbolo de que la barbarie no debe profanar las víctimas ni los espacios de masacre, además el color es simbólicamente oscuro en su grafismo. En cambio, los espacios donde se cuenta el testimonio, la historia de la población y las víctimas se anclan en paredes, techos y suelos sin problema y son representados con colores claros y más cálidos para el visitante. Imágenes y tratos museísticos a tener en cuenta cuando, desde la democracia, explicamos la barbarie.
2. VALORACIÓN PARTICIPATIVA (Entrevistas)
Durante la elaboración de este informe se ha querido profundizar en las opiniones de las personas y entidades comprometidas con el movimiento para la recuperación de la memoria histórica y que se han implicado en el debate alrededor del futuro del monumento a los Caídos. Sin ser una muestra sociológica ni tener pretensiones exhaustivas, se ha creído oportuno sondear el posicionamiento de pamploneses y pamplonesas que conviven con él y han mostrado públicamente sus ideas al respecto. Entre los días 1 y 2 de febrero se entrevistó a:
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- Josetxo Arbizu, de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA 36) y Txinparta-Fuerte San Cristóbal.
- Fernando Mendiola, profesor de historia contemporánea de la Universidad Pública de Navarra.
- Iñaki Arzoz, de la plataforma ZER.
- Carlos Otxoa y Ramon Contreras, de la Coordinadora navarra de Pueblos por la Memoria.
- Ana Barrena, de Memoriaren Bideak.
Si bien desde un principio se pueden distinguir claramente en la ciudad dos posturas alrededor del monumento, los que creen que es necesaria una actuación y los que no, el grupo de entrevistados para este informe pertenecería a los que creen necesaria una profunda intervención. Sin embargo, hay opiniones diversas sobre el destino que debería tener el monumento. Por otro lado, todos los entrevistados han mostrado especial atención a estos dos factores:
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- La polarización de opiniones entre los que queriendo intervenir, unos prefieren el derribo y otros la resignificación del espacio.
- El contexto político del Ayuntamiento actual y los condicionantes que suponen los tempos políticos del consistorio.
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Ambas cuestiones están evidentemente entrelazadas y todos los entrevistados son conscientes de su importancia. ¿Demolición o resignificación? Según J. Arbizu, la opinión mayoritaria de la asociación a la que pertenece es partidaria de la demolición. Debe tenerse en cuenta que a AFFNA está compuesta por los familiares directos de los fusilados y fusiladas por el franquismo y que actualmente consta de unos 290 socios. Para él, el monumento es «algo siniestro que está ahí», «es una bofetada a toda aquella sociedad navarra que desapareció» y «es un tapón urbanístico y psicológico». Por otro lado, el resto de entrevistados es partidario de la resignificación. Creen que el monumento es una oportunidad para poder explicar la barbarie franquista -el “cómo hacerlo” y “qué se tiene que explicar ahí” es ya otra cuestión.
Una mención especial merecería el posicionamiento de la Coordinadora Navarra de Pueblos por la Memoria. Ante el debate que sugiere la actuación sobre el monumento, creen que la discusión es secundaria, si tiene que derribarse o resignificarse dependerá de qué política de memoria se quiera llevar a cabo. Sólo cuando esté definida y diseñada, se verá qué papel juega ahí el monumento a los caídos, si debe tirarse al suelo o darle un nuevo significado. El lugar no tiene que ser una finalidad en sí misma, sino un instrumento para hacer algo. Así pues, son varias las opciones: dejando de lado el derribo, mientras la parte de la sociedad más conservadora prefiere hacer un museo al uso sobre la historia de Pamplona u otras temáticas menos conflictivas, otra parte de la sociedad más de centro izquierda debería –según entidades como ZER- aprovechar la oportunidad para crear un espacio cultural de “lectura crítica” sobre el pasado y el presente.
En buena medida, estos posicionamientos vienen derivados del otro punto a considerar: el contexto y los tempos políticos del Ayuntamiento actual. Cualquier tipo de intervención que se haga sobre el monumento va a requerir de una gran inversión, una importante planificación (no sólo en cuanto a la actuación sino también a su plan de usos posterior) y el plazo de tiempo de aquí a las elecciones es muy ajustado. Los entrevistados temen que no haya tiempo de ejecutar cualquier proyecto y ante la posibilidad de que haya un cambio de mayorías en el consistorio, creen que las iniciativas que se tomen podrían ser revertidas.
Éste es también uno de los argumentos que utilizan las personas que prefieren el derribo del monumento ya que el derribo sería irreversible. Por otro lado, una de las opciones que se han planteado es también hacer partícipe a la oposición actual para que haya un mínimo consenso sobre el futuro del monumento. Esta opción permitiría un avance en las medidas que se tomaran ahora, con la seguridad de que no serían tiradas atrás en un eventual panorama de cambios políticos en el consistorio. Sin embargo, el Ayuntamiento actual también debe tener en cuenta que las opciones de consenso podrían conllevar parálisis y desnaturalización de cualquier proyecto; así que, si se tomara esta vía, el gobierno municipal tendrá que practicar una delicada gestión de equilibrios políticos
Entre los entrevistados que no son partidarios del derribo del monumento a los Caídos, existen dos puntos importantes en relación con cualquier actuación que se haga: la cúpula por un lado y el proceso participativo por el otro. Como dice el profesor Fernando Mendiola «la construcción del edificio se llevó a cabo para hegemonizar todo el urbanismo de la ciudad», para que la cúpula pudiera ser vista desde casi cualquier lado, para que actuara como una especie de faro. Esta reflexión nos lleva a la siguiente consideración: la intervención tiene que ejecutarse tanto en el interior como en el exterior de la cúpula, de una forma que consiga romperse tanto con su prevalencia urbanística como con la “cosmogonía carlista” de la espada y la cruz, reflejada en la pintura de Ramon Stolz.
Cualquier intervención sobre la cúpula deberá ser rompedora. Pero las referencias internacionales en este sentido son muchas y podrían inspirar positivamente el proyecto. Lo importante es desacralizar el lugar. Ramón Contreras, de la Coordinadora, opinaba incluso que debería sacarse de donde está. En cuanto a la cuestión del proceso participativo, Ana Garrena de Memoriaren Bideak cree que debe vincularse a la necesidad de que la ciudadanía se haga suyo el proyecto -no sólo asociaciones- y que las nuevas generaciones conozcan el significado que tuvo este monumento y sepan de la barbarie que cometió la dictadura. Desde la Coordinadora, tanto Carlos Otxoa como Ramon Contreras, opinan que el proceso es vital debido al desconocimiento general del espacio. Creen que se tienen que generar espacios de discusión y de debate, y estos procesos son oportunidades que sirven para amplificar los mensajes y , sobre todo, para llegar a los más jóvenes. De hecho, creen que el cambio de nombre de la plaza (de Conde de Rodezno a Libertad), podría haberse aprovechado en este sentido.
El diseño del proceso participativo genera más dudas en el sentido metodológico y funcional ¿cómo debería realizarse? Las jornadas que ZER organizó los días 27, 28 y 29 de enero de 2017, podrían considerarse una primera experiencia a tener en cuenta. Tal y como nos explica Iñaki Arzoz, las jornadas fueron un intento de crear un ágora ciudadana para contraponer argumentos y debatir sobre proyectos relacionados con el monumento, contando con la participación de asociaciones, académicos y artistas.
Más allá de estas entrevistas, se mantuvo una conversación coloquial con uno de los responsables de la parroquia de Cristo Rey. Se pretendía conseguir una breve impresión de parte del clero. Muy someramente y de forma anecdótica, apuntaré que en la parroquia vecina del monumento a los Caídos me comentaron que en el edificio no había nada, que nadie sabía qué era eso y que estaba cerrado. Que ellos -decían- ni habían visitado el edificio ni la cúpula. Recibí por su parte la “lección histórica” de que a los dos enterrados “los había matado Franco”. Y en cuanto al futuro del monumento, la opinión genérica fue la de no derribar y la de mantener el edificio «para usos culturales, conciertos y alguna exposición que explique la cultura de Pamplona o Navarra».
Así pues, a lo largo de estas entrevistas hemos podido entrever cinco factores que merecen un posicionamiento explícito del consistorio, ya que son motivo de debate entre las personas más vinculadas a la discusión alrededor del futuro del monumento: derribo o resignificación; estrategias frente a los condicionantes de los tempos políticos del Ayuntamiento; la importancia urbanística de la definición arquitectónica del edificio y la cúpula; los usos y el planteamiento cultural y memorial del espacio; y el futuro proceso participativo.
3. VALORACIÓN URBANÍSTICA
Momumento a los Caídos. Entre el 2º Ensanche y Lezkairu – Ensanche Sur
El monumento se articula como un elemento jerárquico a nivel simbólico, social y urbano, haciendo uso de referencias compositivas reconocibles (como Les Invalides de Paris y San Pedro del Vaticano) para el desarrollo de un lenguaje arquitectónico de gusto clásico pero austero. Destaca su escala, resultando en un objeto desproporcionado respecto a su entorno próximo y periurbano.
Parte de la idea de imposición y cerramiento, configurándose como límite de la ciudad consolidada a escala interurbana. Desde su concepción original, define una situación de punto final (telón de fondo) de una trama de límites muy marcados; colofón de la avenida Carlos III el Noble, una de las vías más importantes del 2º Ensanche de Pamplona. En este sentido cabe resaltar el impacto que ejerce sobre el paisaje de la ciudad; especialmente sobre la av. Carlos III y la propia plaza de la Libertad donde está ubicado. Su cúpula, revestida de pizarra, adquiere la posición de hito singular en el paisaje, -también mediante su iluminación nocturna-, desde distancias considerables como es la propia plaza del Castillo, a un kilómetro al noroeste.
El monumento, de planta basilical, amplía su espacio construido mediante dos brazos abovedados soportados en arquerías, cuya finalidad es la de definir y cerrar físicamente el espacio contingente de la plaza en su línea de fachada, y por extensión el límite del 2º Ensanche (articulándose en forma de L en los extremos). Asimismo, persigue unir al conjunto monumental dos edificios perimetrales, construidos con posterioridad, como son la parroquia de Cristo Rey y el edificio dedicado a usos educativos y bar.
El conjunto se encuentra construido sobre una elevación artificial de dos metros de altura respecto a la cota de las calles y plazas adyacentes. Dicha prominencia tiene la voluntad de erigir el conjunto en hito monumental en el paisaje; y también acoger usos específicos en los subterráneos como son la propia cripta del monumento y sus pasillos de acceso desde los edificios laterales. En este sentido cabe destacar la enorme complejidad en el programa arquitectónico en cuanto a los accesos y usos de los diversos niveles del monumento (terraza – cúpula, balcones, basílica, subterráneos y cripta).
En su exterior, el promontorio genera una barrera física y visual que escinde el espacio en dos áreas jerárquicas diferentes: la parte frontal, monumental y de acceso (pl. de la Libertad, 2º Ensanche) y la parte trasera (parque de Serapio Esparza, Ensanche Sur).
En los años 70, la edificación en la parte “trasera” del monumento persiste en la idea de borde poco permeable, con un trazado basado en viales periurbanos y grandes parcelas edificadas con pocas cualidades a nivel de espacio público. Más al sur, la nueva zona de Lezkairu, proyectada a partir del Plan Municipal de Ordenación Urbanística (2002/2007 def.) adolece claramente de estos déficits, con poca conectividad física y visual al 2º Ensanche, resultando en espacios públicos eminentemente viales con pocos encajes entre tramas diversas. Efectivamente, el área de la calle Aoiz y la avenida Jaun Pablo II, junto al monumento, constituye un área de fricción entre zonas especialmente diferenciadas: por un lado el 2º Ensanche, constituido por una red de espacios y edificados de escala urbana compatibles con usos peatonales, cívicos y viales; por otro Lezkairu, -una de las zonas de crecimiento más importantes de Pamplona en los próximos años-, con amplios parques y áreas de esparcimiento distribuidas en un modelo de conexión de espacios públicos asentado en el uso vehicular, con ejes viales y rotondas que distribuyen la movilidad a nivel interurbano.
Los espacios públicos entorno al monumento forman parte en la actualidad de esta “zona de fricción”, en la que hallamos una enorme diversidad compositiva y de diseño urbano, consecuencia de la yuxtaposición y convivencia de diversas etapas y proyectos en el lugar.
El conjunto monumental elevado se sitúa sobre una estructura de acceso compuesta en su fachada por escaleras, muretes, rampas, balcones, balaustradas, remates y jardineras; contiguas a la fuente desde su construcción tras el acondicionamiento subterráneo del párking. En la parte trasera, la elevación es superada mediante escaleras y rampas que acceden a los brazos con arquerías y un talud ajardinado de planta semicircular que entorna exclusivamente la basílica. Esta solución genera puntos muertos e interrumpe visual y físicamente los recorridos de los viandantes que en su trayecto norte-sur o este-oeste, deben superar obligatoriamente esta cota artificial que para muchas personas constituye el trayecto más corto a su destino.
En este entorno es remarcable la cualidad de la vegetación compuesta por plataneros, álamos, cipreses y magnolios, que acompañan y filtran la contundencia del conjunto; en especial en el parque Serapio Esparza, pero también en la plaza de la Libertad, si observamos los edificios residenciales aledaños, construidos más tardíamente a los Caídos aunque siguiendo su mismo lenguaje arquitectónico; en las arquerías, los dinteles, cornisas, y el uso de materiales similares, como son la piedra natural y aplacada. También destaca la lámina de agua, construida tras el acondicionamiento del parking subterráneo para residentes. Su potencia visual y sonora configura una de las cualidades del lugar.
En la plaza de la Libertad, la accesibilidad a la Av. Carlos III el Noble se halla resuelta, también las dos áreas limítrofes a la fuente-lámina de agua (aunque en ellas se observan problemas de mantenimiento del pavimentado). No así los espacios vinculados a los dos viales perimetrales. En ellos el coche, aparcado en paralelo y batería, es el máximo protagonista impidiendo las conexiones y usos cívicos propios de las plazas completamente peatonalizadas.
Por su parte, el parque Serapio Esparza se encuentra aislado, sin continuidades claras con un entorno vial contundente de escala periurbana.
3.1 Acciones anteriores
Se observan tentativas para la resignificación del monumento franquista que hasta la actualidad han pasado por:
- la desacralización de la Cripta mediante la exhumación de los restos de los generales Mola, Sanjurjo y los soldados.
- la modificación del nomenclátor no sin algunos conflictos y ambigüedades. En 2017 se otorga a la anterior plaza Conde de Rodezno el nombre de plaza de la Libertad (en google maps y otras fuentes consultadas aún conviven los dos nombres); aunque la primera propuesta de cambio, -desestimada tras un intenso debate-, fue la de Serapio Esparza, a quien actualmente se dedica el parque aledaño al monumento, en la calle Aoiz.
- La cobertura provisional de la simbología franquista en el interior y exterior del monumento a excepción de textos, simbología e iconografía católica y carlista.
- El intento de uso del espacio como Sala de Exposiciones, en la actualidad sin programación.
3.2 Trama urbana. Impactos y Reconfiguración y nuevos usos del espacio público.
El espacio público constituye en sí mismo uno de los valores democráticos a partir del cual podemos repensar el monumento. En este sentido entendemos que la intervención integral sobre el conjunto requiere una cualificación integral de su espacio público, caracterizado por diversos desequilibrios, algunos de ellos condicionados por el propio monumento.
La intervención debería equilibrar la configuración actual del monumento, -marcado por su dominancia sobre el paisaje y su jerarquización de espacios-, a favor de la máxima integración de las dos tramas urbanas actualmente disociadas como son el 2º Ensanche y el Ensanche Sur. Para ello será fundamental identificar unos límites claros del ámbito de intervención más allá del propio conjunto monumental y que puedan orientar la revitalización de la plaza de la Libertad, parque de Serapio Esparza y hasta la avenida Juan Pablo II.
Impacto visual y paisajístico del Monumento a los Caídos desde la pl. del Castillo,
la av. de Carlos III y la pl. de la Libertad (IIº Ensanche)
Impacto visual y paisajístico del Monumento a los Caídos desde la av. Juan Pablo II, la c. Aoiz y el parque Serapio Esparza (Lezkairu – Ensanche Sur)
Plaza de la Libertad (anteriormente Conde de Rodezno), vistas del Monumento y de edificios residenciales
Vistas del monumento desde la plaza de la Libertad, constituido por el edificio de planta basilical, los brazos abovedados y los dos edificios perimetrales: al este (imagen izquierda), la parroquia de Cristo Rey; al oeste (derecha), edificio de usos educativos y bar
Accesos al monumento (plaza de la Libertad). Escaleras, rampas, muretes, balaustradas y jardineras
Accesos a la plaza de la Libertad por el parque de Serapio Esparza. Escaleras y rampas
Vistas de las soluciones adoptadas para el cubrimiento provisional de la simbología franquista en la fachada del monumento. Se mantiene visible la simbología católica.
El monumento a los Caídos representa un insulto a la democracia y a muchas familias de víctimas asesinadas por el franquismo. La imposición simbólica, arquitectónica y monumental también insulta a la sociedad contemporánea, que de alguna manera intenta que la estructura pase inadvertida, sin conseguirlo. Nadie sabe nada, pero Caídos tiene una presencia imponente, indestructible y jerárquica en la ciudad. Desde el casco viejo, tomando un café en la plaza del Castillo, comprando rebajas en el ensanche, acudiendo a farmacias, comercios, oficinas y sedes de las administraciones… el monumento se impone, habla, dirige y manda. Pero en una mitología social, urbana, incluso familiar [falsa]… nadie sabe nada.
En una primera consideración, parece lógico que una presencia tan impositiva deba ser demolida. En el fondo y en la forma es molesta y altiva. Por ello fue erigido el monumento y todavía hay rémoras de su función inicial. Desacralización es un concepto necesario e imprescindible. El paso principal fue dado: exhumar y trasladar los restos de los “caídos”. Pero no es suficiente. Toda una simbología pervive en los muros, en la misma construcción, en el entorno y, como sabemos, en su interior.
El debate, pues, se presenta claro:
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- Destrucción total o
- apuesta por un proyecto de intervención memorial y cultural contemporáneo (que no puede ser parcial, tímido o pétreo).
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La segunda opción implica una problemática doble que me he planteado desde el principio: la intervención memorial debe ser moderna y atrevida, social, ciudadana y polivalente, pero debe convivir con una estructura desmesurada, mítica y de alguna manera monstruosa, símbolo de un terror que a veces para algunos –esperemos que pocos- se convierte en nostalgia. Por ello la intervención debe sobreponerse a la simbología sacra y nostálgica que ya ha copado más años de nuestro presente democrático que de nuestro pasado dictatorial. Esa intervención no puede ser cautiva de la rumorología político-social y conlleva un problema de superación sobre los complejos tópicos de que la sociedad –en genérico- de Pamplona y Navarra es conservadora y foral-católica “per se”. El símbolo del cambio de los tiempos, del siglo XXI, de las nuevas épocas y dinámicas sociopolíticas, también puede y debe ser la intervención sobre el monumento a los Caídos -visto desde fuera, no se entendería de otra manera.
La reflexión genérica sobre el espacio también parte de la referencia que hace la “ley de memoria histórica” estatal de 2007 a la eliminación de los símbolos franquistas. Esa ley obliga e interpela, pero deberá desarrollarse también en el marco de la ley Foral de memoria de Navarra. Pienso que con la ocultación de la imposición física de la victoria y el traslado de los restos, se puede intervenir el monumento para que sin desaparecer, se convierta en un polo positivo de valores democráticos, culturales y humanistas. Para desactivar los símbolos debemos ser radicales y construir un nuevo símbolo mejor y más potente. Será complejo, muy caro, muy conflictivo quizás, pero representará un beneficio patrimonial para las nuevas y jóvenes generaciones. Un futuro para el pasado simbolizará la mejor intervención memorial posible. Es obvio que se debe realizar con un buen proyecto de urbanización que, en su conjunto, contemple un nuevo espacio urbano, un nuevo edificio, unos nuevos usos y una nueva imagen del monumento, con ello podremos ser pioneros en Pamplona.
5. RECOMENDACIONES
Con un criterio abierto de actuación, el proyecto debe ser abordado en toda su complejidad. Es una oportunidad única de acción y actuación pública realmente reparadora, democrática y social. Se debería trabajar en diferentes escalas y dimensiones. Una escala permanentemente participativa con la sociedad local (nivel Pamplona-Navarra) y otra a nivel nacional e internacional. La dimensión se aborda por la inmensidad misma del proyecto, la capacidad y voluntad de ofrecer a la ciudadanía un nuevo, único, polifacético, inédito y ejemplar espacio memorial y cultural en el centro de la ciudad. Igualmente, el mito social y urbano del término “caídos” debe ir siendo sustituido en dos planos:
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- El cultural. Buscar un nombre y un proyecto que sobrepase el desuso y la asepsia urbana actual, a la vez que represente genéricamente una nueva forma de abordar la cultura y la memoria.
- El social y antropológico que afecta la narrativa popular y el nomenclátor no escrito del lugar: “Caídos”. Una reconsideración por ejemplo de un gran “mirador” a las dos ciudades, la nueva y la vieja, el norte y el sur, unidos por este centro cultural que sin ánimo de posmodernidad, sea poco a poco, considerado por las nuevas generaciones y visitantes como un nuevo prisma, un nuevo faro, un mirador que además simbolice la nueva mirada sobre el pasado con una proyección hacia el futuro.
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Para poder acertar mejor en la evolución de las fases que incluyen los planos simbólicos citados, propongo un Plan de Actuación y de Gestión del futuro equipamiento de la ciudad. Me atrevo incluso a citar un posible título al uso contemporáneo, incluso dentro del plan de equipamientos municipales presentes y futuros: un museo memorial de arte y cultura contemporáneos (acrónimo que tengo pensado y concepto que yo lo propondría desarrollar en una fase nueva y con un proyecto más detallado).
5.1. PAC: Plan de Actuación sobre Caídos
Ese plan de actuación y gestión debería recoger muchas otras reflexiones, así como algunas consideraciones para la intervención. Esas consideraciones deben coordinarse con el objetivo de la intervención, un programa de actividades y la creación del museo memorial como herramienta o instrumento de desarrollo de políticas públicas culturales de memoria.
Cito y reitero algunos de los puntos clave que el PAC debe incluir entre otros:
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- El proyecto urbanístico que incluya el levantamiento de nuevas planimetrías
- El desarrollo del proyecto del nuevo edificio del museo memorial que debe surgir del plano “0” urbano, y subir por encima de la cúpula y del edificio, creando el efecto de superación, de barrera visual, de mirador y de caja envolvente.
- Un estudio para un centro de Documentación Internacional del Franquismo y las dictaduras
- Un trabajo conjunto con el legado de las asociaciones de memoria y la creación de un “Ateneo o Casa” de Entidades de memoria de Navarra
- Un espacio de centro internacional de memorias en contacto con redes internacionales y nacionales para el desarrollo de políticas públicas culturales de memoria y garantizar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación.
- El proyecto de gestión de un equipo profesional (recomendaciones del ICMEMO y EUROM, asociación internacional de museos de memoria y crímenes de Estado, dependiente de la ICOM-UNESCO).
- El proyecto y plan de financiación ambicioso y que debe involucrar por escalas y dimensiones a gobiernos diversos (Estado, por su responsabilidad, Europa y otros).
- Una museización auténtica del lugar de Caídos, que mantendrá todos los símbolos y espacios interiores no visibles públicamente y sólo con visitas concertadas con guías profesionales previamente formados.
5.2. Consideraciones para su intervención física
En las siguientes etapas se recomienda la actuación por fases de trabajo, sujetas a un proceso constante de información pública y transparencia.
A. Levantamiento y catalogación
Fase de investigación y catalogación exhaustiva a nivel arquitectónico, iconográfico y de gestión
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- Estudio del conjunto monumental a nivel arquitectónico (levantamiento planimétrico y fotográfico). Las planimetrías originales del proyecto desarrolladas por José Yárnoz Larrosa, Víctor Eusa Razquin y José Alzugaray Jácome no aportan suficiente información sobre el programa de accesos interiores del edificio, remodelados en su construcción y con posterioridad.
- Estudio del conjunto monumental a nivel simbólico (levantamiento y catalogación de toda la simbología y programa iconográfico). No nos consta que se llevara a cabo este estudio antes del cubrimiento de su simbología.
- Clarificación de propiedad, gestión y usos con la perspectiva de una intervención global. La gestión y usos del monumento afecta a su accesibilidad y puede ser fuente de conflictos entre el Ayuntamiento y el Arzobispado.
B. Desactivación del monumento y sus símbolos
Fase intermedia para la desacralización del conjunto monumental.
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- No iluminación nocturna del monumento.
- Eliminación y museización de la simbología franquista y católica en el exterior.
- Reapertura del óculo de la cripta.
- Preservación de los lugares orginales como espacio “museal interpretativo auténtico”.
- Primer nivel de museización para la interpretación/interpelación del conjunto del programa iconográfico y simbólico del monumento. Programa artístico.
- Intervenciones efímeras para la desacralización y desactivación del conjunto monumental a nivel de espacio público.
- Propuesta de actividades artísticas y acciones sobre el monumento.
C. Resignificación. Intervención íntegra del monumento
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- Reconfiguración integral del conjunto monumental. Nuevos usos para su interpretación/interpelación desde valores ciudadanos, culturales, democráticos y de memoria.
- Diseño de una red de espacios de memoria en Pamplona vinculada a la que se desarrolla en el resto de Navarra
- Reconfiguración y nuevos usos del espacio público. Impactos sobre el entorno inmediato e interurbano.
D. Modificación del “Hito” en el paisaje
En este contexto, se proponen las siguientes estrategias de intervención:
♦ Se debería modificar la presencia de un “Hito” franquista en el paisaje.
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- Resistencia/pervivencia y modificación o recubrimiento del hito como elemento impositivo de la ideología y los valores franquistas sobre la ciudad.
- Reflexión sobre la situación altimétrica del monumento y sus consecuencias a nivel urbano; sobre un promontorio artificial de 2 metros sobre el nivel de las calles perimetrales.
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♦ Creación de un espacio público continuo e integral de continuidad y permeabilidad.
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- Desde la avenida Carlos III el Noble hasta la rotonda dedicada a Juan Pablo II en la avenida del mismo nombre, el espacio público de uso cívico debe ser elemento preminente en su concepción, integrando los diversos paisajes urbanos que lo engloban. Asimismo debe ser permeable, por tanto accesible a otras redes limítrofes de espacios públicos.
- Movilidad peatonal y cívica. Desviaciones de la red vial a excepción de accesos a párkings.
- Accesibilidad física y visual. Con espacios diáfanos sin barreras arquitectónicas ni visuales.
- Configuración de un entorno de 360º en contra de la jerarquía de espacios que configuran el conjunto monumental en la actualidad.
- Cualificación de áreas específicas especialmente problemáticas entorno al monumento entre la calle Aoiz, la rotonda dedicada a Juan Pablo II y la plaza de la Libertad (barreras arquitectónicas, aparcamientos en superficie, edificados afectados,…)
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5.3. Acciones posibles de sensibilización y actuación
Con el objetivo de empezar a ampliar el debate a toda la sociedad se plantean algunas ideas previas y que acompañen al PAC y al proyecto en sí y que podrían estar en sintonía con la idea de futuro museo memorial contemporaneo.
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- Encargar un comisariado con el dúo de artistas Christo y Jean-Claude el cubrimiento artístico de Caídos para interpelar a la sociedad y para “preconizar” lo que podría simbolizar el nuevo edificio. Christo y Jean-Claude han cubierto decenas de monumentos y memoriales en todo el mundo denunciando las atrocidades tanto ecológicas como políticas, el más parecido a Caídos seria quizás la intervención en el Reichtag de Berlín.
- Establecer el espacio para conciertos populares programados con entidades y asociaciones.
- Realizar un curso de sensibilización y formación para guías expertos en lugares de memoria (experiencia ya realizada por el autor).
- Estos nuevos profesionales podrán, una vez cubierto el monumento, realizar puertas abiertas y visitas guiadas para centros, etc., para empezar a dinamizar el espacio.
- Señalizar y explicar la historia, el proyecto, el monumento en sí y también el proceso con unos paneles antivandálicos y exteriores a modo de miniexposición (ver ejemplo de la Topografía del Terror de Berlín o la Aktion T4).
- Encargar un audiovisual que recoja un documento/documental sobre el proceso, los pasos, los actores, etc., y sobre todo, ante posibles actuaciones públicas.
- Abrir un concurso público –ya anunciado– lo más amplio, multidisciplinar y lo más pronto posible.