Bases para un proyecto de futuro
sobre el Valle de los Caídos
- ¿Qué hacer con Cuelgamuros?
- Algunas Referencias Internacionales
- ¡Basta ya de reconciliaciones!
- Se busca tumba para un tirano (o dos)
- Fausto y Antígona. El resto de los cuerpos
- Un Valle sin caídos
- El acceso a la justicia frente a La impunidad franquista
- Punto y seguido
- Anexo 1. Proceso de consulta a las Asociaciones
1.¿Qué hacer con Cuelgamuros?
Desde la toma de posesión del nuevo gobierno socialista y el inicio de la XII legislatura, el 2 de junio de 2018, los acontecimientos se han precipitado. Se ha pasado de la inacción absoluta del Partido Popular durante las legislaturas X y XI (2011 – 2018) en cuanto a políticas públicas de memoria, al anuncio continuado de medidas en un breve plazo de tiempo. Dos de estas nuevas iniciativas merecen la pena ser remarcadas:
- La exhumación y traslado del cadáver del dictador Francisco Franco Bahamonde de su tumba, en la Basílica del Valle de los Caídos.
- El acuerdo para la creación de una Dirección general de Memoria Histórica que dependerá del Ministerio de Justicia y el nombramiento del catedrático de historia contemporánea, Fernando Martínez López, como su director general.
El marco de actuación legislativo se circunscribe a la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura», más conocida como “Ley de la Memoria Histórica” (a partir de ahora LMH), cuyo futuro es incierto ya que el nuevo gobierno se ha posicionado a favor de su reforma. Como ya ha manifestado la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en rueda de prensa el 12 de julio, la nueva Dirección general está trabajando en una reforma en la que el Estado asuma la localización y exhumación de fosas comunes, la creación de una “comisión de la verdad”, la nulidad de los juicios franquistas y la ilegalización de fundaciones que hagan apología del franquismo.
Por otro lado, la voluntad explícita del gobierno de Pedro Sánchez de sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos, ha abierto nuevos interrogantes alrededor de las funciones de este lugar de memoria del franquismo. La LMH contiene en su artículo 16 y en su disposición adicional sexta, las directrices que pretendían regular las acciones a llevar a cabo en el Valle de los Caídos durante el gobierno de José L. Rodríguez Zapatero (2004 – 2011).1
Partiendo de este planteamiento jurídico y por Acuerdo de Consejo de Ministros el 27 de mayo de 2011, se creó una Comisión de Expertos para el futuro del Valle de los Caídos con el encargo de preparar un informe sobre posibles actuaciones.2 Dicho informe fue entregado el 29 de noviembre de 2011, nueve días después de que se celebraran las elecciones generales que llevarían a Mariano Rajoy y al PP a la presidencia del Gobierno de España. El informe de la comisión de expertos (a partir de ahora ICE) quedaría en desuso y sin ningún tipo de efectividad… hasta ahora, ya que el actual gobierno de Pedro Sánchez parece estar siguiendo sus recomendaciones. El ICE apostaba por una resignificación del espacio, evitando la demolición o su abandono hacia la ruina, convirtiéndolo en un lugar para la memoria de víctimas y muertos de la Guerra Civil; para ello, entre otras recomendaciones, consideraba imprescindible que los restos del general Francisco Franco fueran trasladados «al lugar que designe la familia o, en su caso, al lugar que sea considerado digno y más adecuado»3.
1.1. Europa y el informe NAGY
El informe Nagy, aprobado el pasado 11 de diciembre de 2016 el pleno del Parlamento Europeo por amplísima mayoría (456 votos a favor, 138 en contra y 104 abstenciones) trata sobre la situación de los derechos fundamentales en la Unión Europea (2015) que, en su apartado 63, insta a las siguientes actuaciones: El parlamento Europeo, considera imprescindible que todos los Estados miembros colaboren con las investigaciones judiciales nacionales o internacionales destinadas a esclarecer responsabilidades en este ámbito (memoria democrática) y a procurar verdad, justicia y reparación a las víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Unión por regímenes totalitarios; pide a los Estados miembros que prevean la formación necesaria para los profesionales de la justicia en este ámbito; pide a la Comisión Europea que realice una evaluación objetiva de la situación de estos procesos con vistas a promover la Memoria Democrática en todos los Estados miembros; alerta de que el incumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre memoria democrática y de los principios de jurisdicción universal vulnera principios básicos del Estado de Derecho. Con este pronunciamiento el Parlamento Europeo se ha sumado a las posiciones sobre esta materia defendidas por instituciones internacionales como el Consejo de Europa o las Naciones Unidas.
2. Algunas referencias internacionales
Los memoriales de las guerras, los héroes y las victorias son símbolos que pretenden perpetuar el pasado en nuestras vidas. Una imposición icónica de la conexión entre pasado y presente. Ese tipo de monumentos querían implantar un tipo de recuerdo, un “permanente Napoleón” que nos evoque el heroísmo de la historia como fruto de nuestros orígenes.
Por otro lado, existe otro camino para conmemorar el pasado en el presente y el presente propio: el trabajo de memoria. Un trabajo que combina la práctica cotidiana con el análisis crítico, teórico e histórico del pasado que continúa entre nosotros. Se trata de un trabajo interdisciplinario y sistemático que nos permite cambiar las visitas “monumentales” y “anticuadas” por una aproximación crítica y analítica de los viajes históricos.
En lugar de conmemorar muertos heroicos, batallas, triunfos de victorias sangrientas, de las recientes guerras modernas o de obscenas dictaduras, debemos dar una oportunidad para vivir el testimonio del combate a favor de la abolición de las guerras, los totalitarismos y los conflictos.
Al mismo tiempo, el lugar debe transmitir conocimiento crítico, la experiencia del aprendizaje a través de la pedagogía pública y ciudadana de la sociedad que crece en paz y democracia, pero no ignorante. Es complejo, conflictivo y poco consensual actuar o abordar estos temas en espacios, monumentos o edificios hijos de la barbarie, de la antidemocracia y de la ocultación de la realidad histórica. Una realidad que esconde y alberga la incomodidad de la violencia entre vecinos y familias. Una historia que remueve injusticias de una sociedad tensa y vengativa, donde fue más fácil matar que sobrevivir. No es fácil actuar en esas circunstancias, pero el tiempo, la justicia y la decisión política deben ejercer el derecho a recuperar el pasado en aras de la democracia, del presente y del futuro.
A. Monumentos o lugares de memoria donde no se ha intervenido
Casa del Fascio de Predappio
Proyecto muy interesante pero muy controvertido debido a su ubicación. La idea de recuperar una de las más icónicas Casas del Fascio italianas y dedicarla a un museo –el primer museo- sobre el fascismo en Italia es síntoma de madurez democrática. Pero el hecho que este edificio singular se encuentre en Predappio complica el proyecto. Predappio, como se sabe, fue cuna y es tumba de Benito Mussolini, “el Duce”. Y el municipio se ha convertido en un lugar de peregrinaje creciente de nostalgia neofascista. En la calle principal se venden toda clase de “souvenirs” del Fascio, del nazismo y del franquismo, entre otros. En verano incluso se venden “helados Benito”. Todo ello ha llevado a una fuerte división entre el proyecto y la opinión de los expertos. Unos han aconsejado realizar dicho museo en un lugar más emblemático como Milán, otros apuestan por la valentía de actuación y defienden precisamente la necesidad de contrarrestar el discurso radical y neofascista con un lugar pedagógico internacional en Predappio. El alcalde lo tiene claro y ha desbloqueado ya 6 millones de euros para empezar la restauración e iniciar el proyecto.
Paterai, Tallinn
Lugar incómodo en el centro de Tallinn, Estonia, donde se ubicó la antigua cárcel para presos políticos y deportados durante la Segunda Guerra Mundial. Incómodo porqué explica la colaboración de los autóctonos en la represión y en el genocidio judío, pues por allí no sólo pasaron presos soldados y políticos, sino también se ejecutaron judíos de otros países de Europa. Es un edificio cerrado que podría convertirse en un gran centro cultural, pero que no recibe demasiadas demandas de intervención por la incomodidad que supone y por la presión urbanística de derruirlo para poder lograr suelo libre y especulativo. La decisión pasa por la alcaldía de la ciudad, pero también por el gobierno, que podría disponer de un buen equipamiento donde se explicase el complejo tramado histórico de este país báltico. El proyecto más reivindicado es el de crear un memorial para las víctimas del Comunismo y del Nazismo, pero de momento se están pidiendo diversas propuestas y proyectos.
B. Monumentos o lugares de memoria donde se ha intervenido
Campos de concentración en Europa
A partir de los años 60, por iniciativa de las asociaciones de memoria y de víctimas de los crímenes nacionalsocialistas, se empezaron a recuperar y museizar algunos lugares de represión, concentración, exterminio y tortura en Alemania y otros países. Las primeras reacciones de destruir y olvidar se superaron y se convirtieron en intervenciones para recuperar y realizar pedagogía democrática hacia las nuevas generaciones. La evolución ha sido firme y única en el caso alemán, pero no sólo. Actualmente estos lugares que representan la barbarie nazi son lugares de memoria, cultura y pedagogía –también turismo. El caso mundial más emblemático es el de Auschwitz, con 2 millones de visitantes al año. Centenares son los ejemplos de museización e interpretación de la violencia y la deportación. Pero la combinación de elementos patrimoniales con la memoria de las víctimas convive en todas las exposiciones y propuestas museográficas y arquitectónicas. Podríamos citar muchos casos, pero cabe revisar la interesante propuesta del recientemente abierto Camp de Milles (Francia), donde no se elude la historia de la antigua Tejería –memoria industrial y del trabajo- con el uso que tuvo durante la Segunda Guerra Mundial como campo de deportados. También es interesante la combinación entre elementos y edificios contemporáneos y barracones originales en Rivesaltes, en el sur de Francia y la multiplicidad de espacios culturales en Saschenhausen cerca de Berlín.
Fontana de Kassel
El artista Horst Hoeisel, especialista en contramonumentos memoriales, convirtió la reconstrucción de una fuente (Ashcrott Brunnen) en un nuevo espacio urbano y de memoria. La fuente fue construida por un arquitecto judío represaliado en 1939 y destruida por los nazis. Su reconstrucción representaba la persecución local de los judíos y era un símbolo prominente, vertical e imponente. ¿Cómo actuar sobre ella sin reconstruirla igual como estaba? La idea, igual que otros proyectos del mismo autor, fue la inversión total del monumento hundiéndolo bajo tierra. La nueva fuente, plana y circular hacía correr el agua hacia las profundidades de la cúspide, sumergida inversamente. Un proyecto que interpela positivamente a la ciudadanía y que soluciona los debates sobre demolición o conservación del monumento.
AKTION T4, Berlín
La experta y comisaria de varios monumentos memoriales en Berlín, Stefanie Endlich, hacía más de 10 años que reivindicaba ese lugar como un espacio memorial de la ciudad y de todo el país. Después de un largo proceso y en el marco de la instalación de diversos monumentos memoriales en homenaje a diversos colectivos de víctimas de la deportación y el Holocausto, era el turno de los exterminados por condiciones de disminución psíquica: la conocida Aktion 4. El centro de operaciones y cuartel general estaba en una casa desaparecida justo enfrente de la actual Filarmónica de Berlín. Un lugar invisible que era reivindicado por asociaciones y familiares de víctimas desde hacía tiempo. Incluso una gigante escultura de Richard Serra se había interpretado como símbolo de memoria sin ser exactamente así. La memoria invisible de la detención de los disminuidos era también invisible en el lugar. Una exposición y una simple placa empezaron a “conquistar” el espacio urbano, hasta que la ciudad decidió abrir un concurso público. El nuevo monumento memorial es un ejemplo que combina una acción artística sencilla que respeta el perímetro de la antigua Villa con una gran mesa horizontal que incluye información histórica, audiovisuales y un mapeo interactivo de la deportación. Un buen ejemplo de cómo recuperar un espacio que se mantuvo aséptico durante décadas.
ESMA, Buenos Aires
La Escuela Mecánica de la Armada fue un gran predio militar utilizado como lugar de detención y tortura para los presos civiles políticos durante la dictadura argentina. El enorme espacio en el centro de Buenos Aires, se convirtió en diversos lugares relacionados con la memoria del terror de la dictadura. Diferentes dependencias albergan el Centro Cultural de Memoria Haroldo Conti; para mí, un ejemplo contemporáneo a tener en cuenta sobre el uso social y cultural de la memoria, aplicable a varios espacios europeos. Haroldo Conti es un enorme centro cultural que gira alrededor de la memoria, los usos del pasado, la cultura y que dispone de diversos ejes de trabajo y departamentos, así como diversas salas para conferencias, proyecciones y exposiciones (departamento de arte, de documentación e investigación, de entidades, de cine, de acción cultural, etc.). Evidentemente el lugar más visitado también dentro de la ESMA es el edificio original de detención y tortura, sin casi ninguna intervención arquitectónica ni museística, salvo la voz de los testimonios. Otro de los edificios alberga el Archivo Nacional de la Memoria, con miles de documentos sobre la dictadura. Complementan la acción cultural del predio unas visitas guiadas por diferentes espacios para entender la complejidad y diversidad de usos de los diversos edificios.
Prisión de Montluc, Lyon
Montluc es una cárcel aneja al Palacio de Justicia de Lyon en Francia, que albergó presos y presas hasta el año 2009. Ya en 2010 se abrió a visitas concertadas y actualmente se ha convertido en un memorial nacional francés, con una inversión permanente de creación y ampliación de un espacio para el recuerdo. Montluc tiene una historia anterior y posterior a la guerra, como la mayoría de cárceles. Diferentes y diversas memorias conviven pues en el mismo lugar. La decisión del gobierno estatal y municipal sobre su intervención y sobre el relato histórico escogido fue sobre las víctimas y los represores de la Segunda Guerra Mundial. Eso en sí mismo ha generado muchos debates porque dejaba al margen algunos episodios históricos, a veces incómodos, como los presos durante la Guerra colonial de Argelia o el rol de los encarcelados por objeción de consciencia. Pero lo que nos interesa como lugar recuperado es la progresión en la intervención, en la recuperación de pisos de celdas y en entender que la memoria es un proceso y que dicho proceso puede ser progresivo también en el sentido de intervención arquitectónica y memorialista.
C. “Lugares del Terror”
Topografía del Terror de Berlín
Edificio de nueva planta situado en el corazón de Berlín y también donde estuvo el corazón del centro de decisiones, detenciones y torturas del gobierno nazi. Como en todos los procesos memoriales –también en Berlín- el proyecto ha tardado más de 15 años en poderse realizar. El principal motivo de debate fue sobre los edificios relacionados con la barbarie nazi, destruidos en los primeros años que siguió la reconstrucción de la ciudad. Aunque no todos, la mayoría estaban afectados de ruina y se consideró -y así lo consideraron las asociaciones de víctimas- que los restos de la barbarie debían desaparecer. Hacia los años 90 empezaron a reconsiderarse los debates entre recuerdo/olvido, y la ciudad y el gobierno alemán empezaron a construir y reconstruir la memoria en el espacio público. A partir de ahí, muchos proyectos han ido surgiendo, apareciendo y desapareciendo. Al principio, en este lugar se expuso una estructura temporal visitable durante unos años, esperando el proyecto definitivo que es el actual. Se combinan los restos de la originaria exposición exterior mejorada con algunos vestigios del muro de Berlín, y en el centro del solar desierto, se levantó un Memorial: el Centro de Documentación de los Crímenes Nazis. Todos estos son espacios culturales y memoriales que son visitados ya por más de un millón de personas al año. Forman parte de los circuitos culturales y turísticos de Berlín con el objetivo de contar también la historia de los culpables y responsables de los crímenes, de ahí el nombre de “Topografía del Terror”. El diseño arquitectural también es importante pues combina el cristal traslúcido con los elementos blancos y neutros para reforzar la idea de que el lugar fue destruido. Por otro lado, es uno de los memoriales que participa más en las redes internacionales de memoria, activando ciertamente el trabajo transnacional.
Castillo de Wewelsburg
Wewelsburg no es demasiado conocido como memorial, pero lo cierto es que cuenta con una densidad de memorias muy importante. En el mismo pueblo coexiste un gran cementerio de soldados alemanes de la Werchmarch, los restos casi inexistentes de un campo de concentración de prisioneros y el castillo medieval que fue lugar central “y sacro” de las SS de Himmler. Lo destacable del proyecto es, igual que en la Topografía del Terror, el poder explicar la historia de los represores y los culpables. En este caso de las mismas SS. Además, el castillo fue un lugar utilizado por Himmler y sus adeptos como una especie de espacio esotérico lleno de símbolos y objetos. El más polémico y conocido es el famoso Sol Negro. El castillo se visitaba como espacio histórico medieval. Pero una actuación a partir de 2006 permitió crear un nuevo memorial contemporáneo complementario. Lo destacable es que la torre donde se escondía el Sol Negro, se ha reabierto al público dentro de la visita como lugar de reflexión. La decisión es valiente en dos sentidos: primero, la sociedad, suficientemente democrática, se enfrenta a su pasado y al peligro de la nostalgia; y segundo, diferentes administraciones han invertido más de 40 millones de euros en un proyecto polémico. El resultado es ejemplar y, en un país donde las leyes impiden mostrar y usar el símbolo de la esvástica nazi, en el Castillo de Wewelsburg se muestra y museíza el Sol Negro de las SS de Himler, para aprender también de la barbarie en estrategias de no repetición.
EL-DE Haus de Colonia
Fue una casa abandonada donde estaba la sede de la GESTAPO en Colonia. La acción de un familiar de torturado y deportado desató el debate sobre el lugar. El familiar se instaló con unos cartones informativos a dormir enfrente de la Casa, en el mismo centro de la ciudad alemana, hasta que la prensa y otras asociaciones de víctimas generaron un movimiento de recuperación y señalización del espacio. El edificio de 5 plantas estaba intacto. Se descubrieron los calabozos originales, repletos de grafitis e inscripciones de los prisioneros. Actualmente se conservan en su estado original todas las celdas y es el lugar de la visita informativa y pedagógica de dicho museo memorial. Es el lugar donde se escuchan también la voz de los presos. El resto de plantas se ha convertido en un museo con exposición permanente sobre la represión, exposiciones temporales de todo tipo (derechos humanos, cooperación, arte, historia, etc.) y un espacio funcional para el personal cualificado.
Casa del Terror de Budapest
En Budapest, el lugar de tortura y detención de la dictadura durante la Hungría soviética se convirtió en un Museo-memorial. Como la mayoría del relato público –oficial- de memoria en Hungría, el mensaje es ciertamente conflictivo, pero la instalación museográfica de cómo recuperar ese lugar de terror es interesante para el análisis. Entre discurso y diseño, hoy en día, me atrevería a afirmar que es un ejemplo de lo que no se debe hacer. Pero por otro lado, nos sirve de caso pionero de lo que representa la represión nazi equiparada a la represión soviética en los países europeos del Este incorporados a la Unión Europea en 2004. Un lugar y museo precursor de lo que después serían los Museos–Memoriales de la Ocupación en los países Bálticos, Polonia y otros.
Oradour sur Glane –Francia-, un ejemplo simbólico
Oradour fue un pequeño pueblo del centro-oeste de Francia masacrado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Considerado “Village martyr”, la destrucción casi total del pueblo fue calificado como un lugar de la memoria nacional. Este ejemplo nos sirve en dos direcciones: la primera, de cómo tratar la recuperación de la “piedra” de las ruinas auténticas, cómo preservar los vestigios que configuran la visita guiada del “lugar original” de los hechos. Todo un sistema de conservación patrimonial –y arqueológico- con una cripta y un cementerio, pero también con los muros restantes, calles y casas derruidas por la masacre y por el tiempo. En una segunda dirección, este lugar, de los más visitados de Francia (650.000 visitantes anuales en 2012), convive con un museo memorial activo y contemporáneo que representa el pórtico de entrada a las ruinas. Este memorial, con sala de exposiciones, sala pedagógica, auditorio y espacios de documentación y trabajo, se integra en el paisaje, hace y ejerce su labor de preámbulo necesario para el joven estudiante y el neófito visitante que después se adentrará en el recorrido del espacio histórico real. La exposición del memorial contemporáneo también nos interesa por el trato sensible y simbólico que le da a la historia representada: en las partes de la exposición donde se cuenta el episodio de los nazis –y alsacianos- culpables de la matanza, la instalación museográfica de los paneles no tocan y no pueden tocar las paredes del lugar. Es un símbolo de que la barbarie no debe profanar las víctimas ni los espacios de masacre, además el color es simbólicamente oscuro en su grafismo. En cambio, los espacios donde se cuenta el testimonio, la historia de la población y las víctimas se anclan en paredes, techos y suelos sin problema y son representados con colores claros y más cálidos para el visitante. Imágenes y tratos museísticos a tener en cuenta cuando, desde la democracia, explicamos la barbarie.
3. ¡Basta ya de reconciliaciones!
3.1. El Dictador
Sin duda, la exhumación del dictador es un gesto potente y de impacto inmediato que marca distancias con gobiernos anteriores. Es una acción que encaja con las medidas que su gobierno está llevando a cabo en otros campos de la política. Se trata también de una iniciativa estratégica y, hasta cierto punto, fácil de tomar ya que es una medida irreversible –una vez ejecutada, ningún gobierno democrático se atrevería a enterrar a Franco de nuevo en el Valle. El eco mediático se está focalizando en esta decisión y no tanto en el futuro de este lugar, en las actuaciones que se deben hacer y cómo responder a los múltiples interrogantes que abre esta exhumación: ¿qué hacer con los 33.847 cuerpos ahí enterrados? ¿qué hacer con la comunidad benedictina y el lugar de culto? ¿qué debe explicarse en este lugar y cómo? ¿se tiene que conservar todo el monumento? ¿cómo debería gestionarse?… De momento, con el anuncio de la exhumación del dictador, toda la atención ha recaído en esta medida. Mientras tanto, aún no se sabe qué futuro le depara al Valle de los Caídos.
Uno de los argumentos más usados por quienes quieren eludir cualquier tipo de actuación en el Valle de los Caídos y niegan que sea un lugar erigido en honor a los vencedores de la guerra civil, es el de la reconciliación. Para ellos, Cuelgamuros no es un lugar para dividir sino para unir a los españoles y esa fue la voluntad del dictador cuando erigió el monumento. Evidentemente, esto no es cierto. Se trata de un mito tardo-franquista que no ha desfallecido en ciertos círculos de la extrema derecha y de la iglesia católica. En el decreto de 1 de abril de 1940, que daría inicio al proyecto monumental del Valle, ya se decía que su propósito era «perpetuar la memoria de aquellos que cayeron en nuestra gloriosa Cruzada». Como se sabe, la parte más dura de las obras, como la excavación de la basílica-cripta en la roca granítica, fue asumida por presos políticos republicanos. ¿Qué reconciliación podrían encontrar ellos en lo que se veían obligados a construir por unas autoridades dictatoriales? En la documentación de la época -en la orden de entierros del 11 de julio de 1946, en el decreto ley de 23 de agosto de 1957 de creación de la fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, en la carta de Franco a los hermanos de José Antonio para que éste fuera ahí enterrado, etc.- queda bien claro el propósito del Valle: enterrar a los “caídos” en la Cruzada, en la guerra de Liberación, en el Alzamiento, los que combatieron a la Antiespaña y a las hordas marxistas. Sin embargo, a mediados de los años 50, cuando el monumento estaba preparado para acoger a los “caídos”, muchos de sus familiares pensaron que era mejor dejarlos donde estaban. El Valle, a falta de Caídos, debía repensar su función ecuménica. El 23 de mayo de 1958, el ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega, mandaba una carta a los gobernadores civiles para que mandaran “recoger” restos de cadáveres enterrados en tumbas o fosas de cementerios sin distinción del ejército al que pertenecían -siempre y cuando fueran católicos y de nacionalidad española, claro- y fueran trasladados al Valle. Por otro lado, el discurso dominante de parte de la alta jerarquía franquista, continuaba siendo la negación del carácter de guerra civil al conflicto armado de 1936, continuaba siendo una “guerra de liberación” y una lucha contra la “anti-España” como demuestran las palabras del entonces subsecretario de la Presidencia, Luís Carrero Blanco: «La guerra que los españoles hubimos de sostener de 1936 a 1939 no fue en modo alguno una guerra civil, una guerra de Liberación del suelo patrio del dominio de un poder extranjero y, a la vez, una Cruzada en defensa de la Fe Católica que ese poder quería desarraigar por ser doctrinalmente ateo». El discurso de Carrero fue pronunciado en el mismo Valle en enero de 1964, en plena conmemoración de los “25 Años de Paz”, cuando el relato público de la dictadura viraba desde la justificación de la guerra a la exaltación de la paz, de la legitimidad de origen (los vencedores del conflicto) a la legitimidad de ejercicio (los modernizadores del país).
En esos años quien hablaba de reconciliación era justamente la oposición antifranquista, especialmente el Partido Comunista de España, quien postulaba una reconciliación entre los perdedores de la guerra civil para tumbar el régimen. A lo largo del tiempo, la palabra reconciliación tendrá diversos significados y usos políticos. No era lo mismo hablar de reconciliación en los años sesenta y setenta que en los ochenta o en la actualidad. Mediante una lucha incansable de la ciudadanía en las calles, se hizo inviable el franquismo sin Franco, se forzó el pacto y se consiguieron estructuras democráticas para confrontar intereses y valores (un congreso, un senado, pluralidad de partidos, una constitución, etc.). Y a pesar de que con ello los españoles consiguieron al fin reconciliarse, se continuaría apelando a la reconciliación de forma abstracta y reiterativa como un valor supremo a lo largo de los años. En democracia se hacía referencia a la reconciliación justamente para dar por zanjado el pasado; cualquier reivindicación, demanda o petición que hiciera referencia a la guerra o la dictadura, chocaba contra este infranqueable muro. La reconciliación se había transformado en la piedra angular de la Transición como “mito” fundador de la democracia española y se utilizó para barrar el paso a cualquier cuestión que pusiera en tela de juicio el relato de la Transición modélica. Y así, hasta la actualidad. Hablar de reconciliación en 2018 resulta bastante incomprensible, más aún cuando la mayoría de personas que van a votar hoy en día ni siquiera llegó ni a refrendar la Constitución de 1978. Por ese motivo, ¿cabe apelar a “un espacio de reconciliación” a lo que se quiera hacer en el Valle de los Caídos? ¿Cuántas veces y con quién tenemos que reconciliarnos?
Es evidente que el Valle de los Caídos es un enclave donde conviven varias memorias, hasta ahora regidas por la sombra del dictador y a la ampara del nacional-catolicismo más rancio, el de la unión de la espada y la cruz. Y es evidente también que los millares de muertos ahí enterrados merecen respeto, pero respeto no quiere decir una disolución de memorias bajo un mismo memorial “reconciliador”. El Valle tiene que ser una ágora donde podrían convivir distintas memorias, aunque estén enfrentadas, y eso no quiere decir unificarlas o dejarlas revueltas, sin deshacerlas en un “happy end” de la España democrática mediante un memorial conjunto, sino que cada memoria merece su espacio -siempre desde un tratamiento democrático. Explicar, periodizar, identificar, dignificar y actuar deben ser las prioridades. Y éstas pasan por identificar y tratar las diferentes memorias y/o elementos memoriales por separado.
A cita de ejemplo, no es el Valle el lugar para hablar de la violencia revolucionaria durante la guerra ni para crear una memoria pública sobre ello. Hay muchos más lugares apropiados en España. Lugares representativos de esa violencia, por ejemplo, Paracuellos. El Valle es el lugar, sin duda, que representa la dictadura y el Nacionalcatolicismo en todas sus variantes y apreciaciones.
Memoria y representación son ejes importantísimos a la hora de dignificar y transmitir el pasado en el presente. Un lugar representa uno o varios hechos y la decisión sobre qué explicamos en cada lugar, qué símbolos representan y qué historia contamos, forma parte de la necesaria planificación nacional sobre políticas públicas de memoria, -muy ausente hasta a la fecha-.
4. Se busca tumba para un tirano (o dos)
La implosión soviética nos brinda varios ejemplos de cambio político ligado a grandes ceremonias funerarias. Tras el final de la URSS en la Europa del Este, se practicaron exhumaciones, entierros y funerales de Estado. En Hungría, por ejemplo, se enterró de nuevo a Imre Nagy, líder de la revuelta de 1956, con grandes funerales públicos en 1989; ya en 1993, mediante el retorno de las cenizas del dictador Miklós Horthy, se asistía a una primera rehabilitación del personaje. Ese mismo año en Bulgaria, con tal de deslegitimar a la Resistencia antifascista, se llegó a rehabilitar al Rey Boris, enterrando ceremonialmente su corazón en Sofía. Y Rusia, más allá del intermitente debate sobre el cuerpo de Lenin, en 1998, Boris Yeltsin y el alcalde de San Petersburgo llegaron a presidir el solemne entierro de Nicolás II y de toda su familia. Pero el ejemplo que quizás más cerca hemos trabajado y nos afecta es el caso de Benito Mussolini.
Predappio es un pequeño municipio cerca de Forlí, en la Emilia-Romagna, de apenas 6.500 habitantes. Ahí nació Mussolini en 1883 y ahí yacen sus restos desde 1957. Después de su fusilamiento y la exhibición de su cuerpo colgado en la plaza Loreto de Milán en abril de 1945, su cuerpo deambularía por distintos sitios de forma clandestina. Ocultado en un convento cerca de Milán, el Gobierno decidió finalmente devolver los restos a su familia, quienes los enterrarían en una capilla del cementerio de San Cassiano, en Predappio. Otra de las características del municipio es que fue objeto de una reforma urbanística y arquitectónica típicamente fascista en los años veinte, creando un nuevo núcleo urbano. Ahí se encuentra la primera Casa del Fascio, la copia fascista de las casas del pueblo obreras. Desde hace años, varios especialistas italianos, con EUROM, el Ayuntamiento y la Universidad de Bolonia están debatiendo intensamente un proyecto de centro de interpretación del fascismo ubicado en este edificio, pero debido a la falta de presupuesto no ha tirado adelante. Uno de los problemas a los que se enfrentan es que el municipio de Predappio se ha convertido en un punto de peregrinaje del neofascismo italiano. La cripta de Mussolini recibe millares de visitas al cabo del año y las avenidas del pueblo se llenan de desfiles de nostálgicos de la dictadura, para recordar la Marcha sobre Roma o el nacimiento y muerte del Duce. Predappio ha desarrollado un turismo y un sector servicios (varios comercios dedicados a la venda de “merchandaising fascista”) que genera una situación politicamente tensa y compleja para su pequeño ayuntamiento.
Esta situación nos lleva a la pregunta de: ¿dónde y cómo va a ser enterrado Franco de nuevo? Pocos medios de comunicación han hablado del problema que supondrá un nuevo culto al dictador enterrado en su cripta familiar y si el gobierno tiene preparado algún tipo de dispositivo para gestionar el posible conflicto que esto conlleve.
Hay precedentes de retirada de simbología franquista llevada a cabo de forma “oculta”, disimulada, en horario nocturno, actuando casi de forma clandestina. Sería un desastre actuar de igual manera con la exhumación del general Franco. El traslado de sus restos tiene que ser a la luz del día, sin esconderse y sin complejos, que quede claro que es un sistema democrático quien lo expulsa del Valle de los Caídos. No se ha encontrado ningún documento o prueba que certifique que Franco quería ser enterrado en el Valle de los Caídos. Se trató probablemente de una decisión del gobierno de Carlos Arias Navarro, confirmada por el rey Juan Carlos I, quien el 22 de noviembre de 1975, mediante una carta desde la Zarzuela, encomendaba al padre abad de la basílica, Luis Maria de Lojendio Irure, que tuviera cuidado del cuerpo del dictador y que fuera enterrado entre el altar y el coro –tumba no contemplada en los planos del monumento. A pesar de que los siete nietos del dictador se han posicionado en contra del traslado, lo más probable es que sus restos descansen finalmente en el panteón familiar de Mingorrubio, en el cementerio de El Pardo, donde descansa el cuerpo de su mujer, Carmen Polo. No será el primer dictador enterrado en ese cementerio, pues los restos del dominicano Rafael Leónidas Trujillo yacen ahí desde 1970 (nueve años después de su asesinato). El riesgo de que este lugar se convierta también en un lugar de culto fascista, en un centro de peregrinaje donde conmemorar fechas como el 20 de noviembre o el 18 de julio, requiere por parte de la administración competente un plan de gestión específico para eliminar este problema de raíz.4
El caso de la exhumación de los generales golpistas José Sanjurjo y Emilio Mola de la cripta del monumento a los “caídos” de Pamplona, son un ejemplo. El ayuntamiento de Pamplona y el arzobispado de Navarra pactaron sus exhumaciones, llevadas a cabo en noviembre de 2016 a pesar de la oposición de sus familias. Sorprendentemente, Sanjurjo sería enterrado de nuevo con honores en el Panteón de los Héroes Regulares del cementerio municipal de Melilla en abril de 2017; y el pasado 3 de julio, el juzgado contencioso-administrativo número 2 de Pamplona, ha ordenado que sus restos vuelvan a ser inhumados en el monumento de los caídos, una medida totalmente inversemblante –y recurrida por el ayuntamiento- ya que el monumento está en medio de un proceso de participación ciudadana sobre su resignificación. El proyecto y proceso de Pamplona nos puede servir de ejemplo y punto de partida. Diversos ingredientes y agentes fueron convocados por el Ayuntamiento: Comisión y proyecto de expertos internacionales, debate participativo, entrevistas con asociaciones, debate político y concurso público. Todo ello, realizado después del traslado de los cuerpos de los golpistas.
Por ello, la gestión del traslado del dictador debe programarse contemplando todos estos elementos. Por otro lado, el traslado en sí mismo puede generar una gran cantidad de reacciones públicas que deben ser documentadas para su futuro uso cultural y pedagógico, y que quizás puedan mostrarse también en el Valle de los Caídos.
Otro elemento que no ha generado ningún tipo de discusión ni debate es el caso de José Antonio Primo de Rivera. Fundador y líder del partido fascista, José Antonio, no es una simple “victima de la guerra civil”. Franco mismo estableció una jerarquía martirizadora cediéndole espacio bajo la gran cúpula frente al altar. Este hecho en sí mismo, a parte de la voluntad del dictador de contentar a los sectores falangistas, significaba que el emplazamiento debería responder a la ritualización, conmemoración y recuerdo permanente del falangismo como parte de la memoria oficial de la dictadura. Este ritualismo, prolongado en el tiempo y en periodo democrático por algunos nostálgicos, debe ser eliminado. Por ello, la propuesta es también que la familia se haga cargo de decidir en qué tumba privada prefieren enterrarlo.
El proceso participativo debería incluir también un debate público, con las entidades y el tejido social “memorialista”, sobre Cómo se evitarán rituales falangistas en el emplazamiento donde estén enterrados los exlíderes fascistas y nacionalcatólicos?
5. Fausto y Antígona. El resto de los cuerpos.
Creonte, rey de Tebas, había decretado que Polinices yaciera muerto a la intemperie, a las afueras de la ciudad, sin sepultura y al alcance de animales carroñeros. La hermana de Polinices, Antígona, hizo caso omiso y decidió enterrarlo dignamente para que su alma no estuviera condenada a vagar eternamente en la tierra. Esta decisión le acabaría costando la vida. Si ha habido un mito clásico recurrente para explicar el drama de los desaparecidos republicanos, ha sido el de Antígona. Fausto Canales hacía tiempo que trabajaba para poder darle una sepultura digna a su padre. En 2003 promovió la exhumación de una fosa común ubicada en el término de Aldeaseca (Ávila), pero los resultados no fueron los esperados. En la fosa no encontraron ni a su padre ni a los seis vecinos más de Pajares de Adaja que habían sido enterrados ahí, sólo restos óseos fragmentados y diseminados que indicaban la existencia de una excavación previa en ese lugar. Fausto persistió en su investigación y descubrió que los restos habían sido trasladados a Cuelgamuros en 1959. Como se cita en el ICE, entre 1959 y 1983, fueron inhumadas 33.847 personas en el Valle de los Caídos, el padre y el tío de Fausto entre ellas. Muchas familias nunca supieron que los restos de sus seres queridos, fueran republicanos o franquistas, habían sido trasladados a Cuelgamuros. Fausto Canales fue una de las personas que más contribuyó en poner los focos de la justicia sobre el Valle y situarlo en el mapa de la reivindicaciones del movimiento para la recuperación de la memoria histórica. Exceptuando las exhumaciones puntuales que tuvieron lugar en 1980, son muchas las personas que han intentado sacar de ahí a sus familiares, fueran franquistas o republicanas, sin conseguirlo. Al no encontrar una salida política, el caso se ha judicializado. El ejemplo más reciente es el de la familia de los hermanos Manuel y Ramiro Lapeña, que en mayo de 2016 consiguió que el Juzgado de Primera Instancia de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) le diera via libre para su exhumación. Sin embargo, los continuos obstáculos que la comunidad benedictina y Patrimonio Nacional han puesto en su camino, ha llevado al abogado de los familiares a manifestar su reivindicación y sus quejas a las Naciones Unidas el pasado 28 de mayo. La lucha de Antígona perdura.
Ciertamente, se ha cuestionado el hecho que puedan recuperarse los cuerpos enterrados en el Valle de los Caídos debido al mal estado de los columbarios y algunas criptas, con cajas mortuorias deshechas a causa de la humedad y las filtraciones, generando montañas de huesos mezclados. Por otro lado, se desconoce si este mal estado afecta a la totalidad de las criptas o bien podrían localizarse aún algunos cuerpos. De todos modos, es un deber urgente por parte de la administración dar una sepultura digna a estos restos, atender en todo lo posible a las familias que buscan ahí a sus muertos, identificar todas las personas ahí enterradas y levantar un memorial que las recuerde. Este lugar puede ser en el Valle o no. Entre otros episodios que más adelante desarrollaremos, en el Valle sí debe crearse un centro de interpretación que explique, entre otras, quienes son los ahí enterrados y la lucha de sus familias para recuperar sus cuerpos.
5.1. Consideración Europea:
Debería tenerse en cuenta la actuación del Parlamento Europeo en relación a comisiones de identificación y exhumación de víctimas de la violencia política en los Estados miembro y estudiar las posibilidades de llevar a cabo iniciativas similares para el caso español. El ejemplo de Chipre es esclarecedor. A raíz de la visita de una delegación de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) entre el 3 y el 5 de abril de 2018 y de su consecuente informe, se desprende una preocupación y una participación activa de la Unión Europea en la labor del Comité de Personas Desaparecidas de Chipre, órgano investigador bicomunitario (grecochipriota y turcochipriota) creado bajo los auspicios de la ONU con el fin de investigar los casos de personas desaparecidas durante los sucesos de los años 1963-64 y 1974. Con más de 100 personas empleadas y con su propio laboratorio antropológico, el presupuesto de este organismo asciende a 3’5 millones de euros, de los que 2’6 millones proceden del presupuesto de la UE. Sin embargo, debido a la baja tasa de identificaciones de desaparecidos hasta la fecha (un 43% para la comunidad grecochipriota y un 42% para la comunidad turcochipriota) y al alto valor social que la Comisión otorga al Comité de Desaparecidos, su delegación manifestó su voluntad de conseguir más recursos económicos y maniobrar políticamente para conseguir una mayor accesibilidad a los archivos del ejército turco (dos de los problemas más importantes de este Comité). Igual que en el caso chipriota, el Estado español debería buscar un trato similar por parte de la Unión Europea con tal de facilitar las labores de exhumación e identificación de las personas desaparecidas de la guerra civil y la posguerra.
5.2. Dos Proyectos: Trato digno para los cuerpos de las víctimas/Proyecto sobre el Monumento.
a) El proyecto de identificación y recuperación de cuerpos de las víctimas debería ser realizado por parte de un proyecto y equipo nacional –e internacional- de expertos en exhumaciones y otras disciplinas. La creación de un nuevo memorial para los cuerpos; de un nuevo Cementerio-Memorial debería ir acompañado de un proyecto amplio de investigación, incluso de la creación de un Centro de Investigación de las Víctimas del Valle de los Caídos –o Cuelgamuros- (CIVVC), que de forma constante y permanente, a modo de la “Comisión Clinton” en Bosnia trabaje sobre la gran necrópolis que representa el Valle. Será una tarea difícil y compleja. Nuevos métodos de ADN, entrevistas sobre familiares, investigación documental permanente, etc. Un estudio procesual que permitiría dignificar en la medida de lo posible la memoria y la reparación de las víctimas; de los Soldados de los dos ejércitos y de los presos que allí perecieron. De todos. Esa labor la debería asumir el Estado a través de dicho nuevo memorial público.
El segundo debate se plantearía en el donde. Es el Valle el lugar ideal para este “Memorial de las víctimas soldados de la guerra civil?”; o más bien, deberíamos buscar un lugar más apropiado donde se pueda interpretar mejor los “caídos” del bando rebelde y los soldados del gobierno republicano durante las batallas de la Guerra Civil y los muertos por las causas derivadas de la guerra que allí fueron trasladados?
Pensamos que allí solamente debería permanecer enterrados en el Memorial, los presos políticos, en la medida que se pudiera realizar en el Cementerio Civil que existe en el Valle y la nueva investigación intensiva lo confirme y lo permita.
Los cuerpos de los soldados, tal y como ocurre en tantos otros Memoriales y Cementerios en el mundo sean tratados como tales soldados, ejemplos no nos faltan, tales como los cementerios memoriales de los aliados en Normandía y los cementerios Alemanes, también en lugares de batalla o en su mismo país.
La “madeja de víctimas” debe de ser deshilada a través de un trabajo arduo de investigación, de un proceso memorial moderno y de una aproximación máxima a la historia y características de cada caso y colectivo. Labor y desafío del propio CIVVC. Por todo ello, el monumento franquista, el edificio y el entorno debe ser tratado de forma separada del trato a los cuerpos allí inhumados y trasladados.
b) Nuevo Memorial del Nacionalcatolicismo en el mismo Parque-Monumento. Un Plan director o de actuación ambicioso de cómo crear un lugar memorial y pedagógico, educativo y ciudadano allí en el Valle “ sin caídos”.
6. Un Valle sin caídos
Para empezar a actuar en el Valle de los Caídos, debemos hacer una referencia obligada a los aspectos jurídicos que aquí no tratamos (la supresión de la Fundación o el actual Centro de Estudios, la posibilidad de un nuevo convenio con la Santa Sede, etc.). Se debería realizar un documento jurídico analítico a partir del cual se pueden abrir nuevos interrogantes y que se debe tener en cuenta de cara a un proyecto que contemple la resignificación y la gestión del Valle de los Caídos. Pero más allá del informe, un nuevo proyecto debería plantear (o replantear) los siguientes apartados:
- 6.1. La conservación del lugar: apostamos por el mantenimiento del Valle de los Caídos, incluyendo el grupo escultórico, para poder explicar la barbaridad que supuso la dictadura y el régimen nacionalcatólico. Reinterpretar los símbolos no significaría eliminar, esconder y encubrir el franquismo, sino que representa una herramienta pedagógica muy potente. Esta posición, del todo coherente, se enfrenta a otras que optan con la eliminación parcial, o bien, el derribo o con la opción que el tiempo y la naturaleza acaben “arruinando” el lugar. Resinificar un espacio como el Valle de los Caídos conservando el diseño estético franquista en su totalidad, pero dejando los símbolos en el interior o en un espacio museal; interpelaría a la ciudadanía y a nuestra democracia acerca de las garantías de no repetición, demandas reparadoras hacia nuestra sociedad y hacia familiares del movimiento para la recuperación de la memoria histórica.
- 6.2. Estos debates deben proponerse como un proceso memorial que debería contemplar un concurso internacional que reconsiderase el espacio en su totalidad y elaborase un nuevo memorial doble sobre dos temáticas intrínsecas pero no revueltas: a ) a las víctimas de la guerra civil –lugar por determinar-; y b) sobre el nacionalcatolicismo y la dictadura. Cómo hacerlo? De eso se ocupará un proyecto mucho más extenso, ejecutivo y detallado que el presente.
Por debates no quedaremos; Debemos eliminar la cruz? ¿crear en la explanada o en el conjunto del bosque un “Memento Park” como el de Budapest con toda la simbología del Valle y del resto del Estado?… Porqué no sería posible crear un “Parque de la Memoria del Valle de Cuelgamuros”?. Hay muchas opciones que plantearse y creemos que una acción performativa e impactante ayudaría a realizar una suerte de catarsis social y podría generar un nuevo recuerdo del lugar que llegaría a las nuevas generaciones.
El concurso internacional debería contemplar los siguientes elementos:
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- Interdisciplinar
- Transnacional
- Fase de valoración y debate de expertos
- Fase de valoración y debate social –participativa-
- Proyectos de ideas performativos
- Trabajo con el CIVVC
- Coherencia con la reforma de la ley y con el Plan de Actuación Nacional de Memoria Democrática sobre los símbolos y monumentos franquistas – cuando lo haya…-.
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En este breve anteproyecto de ideas, nos atrevemos a proponer una reinterpretación performática del espacio y del lugar de la cruz: Tal y como se dignifican muchos espacios de enterramientos colectivos y de fosas comunes en Europa y el mundo; proponemos demoler la cruz y utilizar el residuo gravoso restante para crear el efecto de dignificación del espacio en los dos patios principales del monumento. Una reflexión sobre el triunfo de la democracia (por fin…) sobre la dictadura. A la vez, visualmente se crea un espacio de dignificación y respeto a las víctimas. Podemos ver simulaciones en las siguiente página (Obviamente, es sólo una idea de entre otras múltiples que deben surgir, pero que citamos a modo de ejemplos artísticos o arquitectónicos performativos didácticos y memorialistas).
Imágenes ilustrativas de intervención integral sobre el Valle de los Caídos. Derribo de la cruz y tratamiento de dignificación de la runa para su exposición pública en las explanadas. Traslado de la simbología franquista y grupos escultóricos al Centro de Interpretación en el interior.
- 6.3. El Memorial del Valle y el Centro de interpretación: En términos generales compartimos y ampliamos lo que el ICE propuso en su informe indicando cuatro líneas de actuación en la explanada delantera y las zonas adyacentes
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- a) una instalación o actuación artística, con una posible inscripción de los nombres de todas las víctimas
- b) un cementerio sin ningún tipo de jerarquía funeraria
- c) un espacio destinado a la meditación y
- d) un centro de interpretación que debería tratar el origen de la construcción y quienes participaron (especialmente, los presos políticos republicanos), su contexto socio-político, la simbología del conjunto, el registro de identificación de los ahí enterrados (fruto de un programa de investigación previo) y porqué los restos de Franco y José Antonio fueron allí enterrados.
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Un nuevo proyecto debería contemplar, como hemos dicho, que la investigación sobre los restos debería ir a cargo del nuevo CIVVC, que podría ubicarse allí mismo –o no-. Además de todo lo suscrito anteriormente, nuestra propuesta propone:
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- Encargo de un proyecto más ampliamente desarrollado de explicación y gestión de cada punto. Este debe incluir la petición de 7 o 9 anteproyectos de ideas internacional firmados por 7 o 9 expertos por separado para ser debatido en conjunto posteriormente. Los debates posteriores tendrán la participación ciudadana y el concurso del debate político/público sobre el lugar.
- un “programa de participación ciudadana” con la colaboración de las entidades memorialistas. No puede ser que después de tanto tiempo luchando no tengan un espacio de debate que pueda influir en el futuro del lugar ni que se vean representados en las decisiones que se tomen. Asimismo, la historia de sus reivindicaciones y cometidos deberían ser también explicada en este centro.
- Una vez superadas las fases, se abriría un concurso internacional en base a las diferentes propuestas y conclusiones.
- En paralelo, el Proyecto necesitará un Plan de Actuación completo que incluya los dos ejes: “lugar y víctimas”. Y un plan de actuación estratégico en cuanto al turismo cultural.
- Plan de Gestión y organización de la nueva institución Memorial. Vinculada al Estado y la Dirección de memoria, pero con autonomía y un alto índice de independencia y profesionalidad –aquí podemos desarrollar algunos ejemplos mixtos-.
- Un proyecto museológico y museográfico a parte que contemple un programa pedagógico potente para el trabajo con los institutos, universidades y escuelas –entre otros.
- Una reflexión sobre el lugar nos indica también la opción de crear una “antena” o “sub-sede” en Madrid de dicho Memorial para las actividades de divulgación y debate, más acorde con los horarios culturales. El Valle, por su situación, debería englobar la experiencia de la visita “in situ” de carácter diurno y patrimonial.
- 6.4. Las relaciones entre el Valle y el turismo: En la conocida página de viajes tripadvisor el Valle de los Caídos recoge 1.155 opiniones, consta como “nº3 de 28 cosas que hacer en San Lorenzo de El Escorial” y tiene una valoración de cuatro puntos sobre cinco. El 80% de las personas que han votado opinan que es un sitio excelente y muy bueno (54% Excelente; 26% Muy bueno; 11% Normal; 3% Malo; y 6% Pésimo).5 La aséptica y escamoteada definición que dan del lugar desde la página web es la siguiente: «El Valle de los Caídos es un conjunto monumental español construido entre 1940 y 1958 y situado en el valle de Cuelgamuros, en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid. Se encuentra en la sierra de Guadarrama, a 9,5 km al norte del monasterio de El Escorial». Desde el mismo portal web se puede acceder a distintos tele-operadores encargados de hacer la visita desde Madrid a San Lorenzo del Escorial y al Valle de los Caídos. Los comentarios que la gente ha dejado van acorde con la puntuación. Prevalecen las valoraciones muy postitivas del lugar, a veces, con la única queja del mantenimiento (el funicular no funciona, no se puede subir a la cruz y cuesta 9 € entrar). Y a pesar de que en el Valle no se explica ni la guerra civil, ni la historia de los presos políticos que lo construyeron, ni el nacional-catolicismo, ni quienes fueron Franco o José Antonio, ni el drama de los familiares que buscan a sus muertos, etc., abundan los comentarios del tipo “esto es historia de España” y por lo tanto debe respetarse.Urge un planteamiento integral del lugar que corrija la información que proporcionan empresas turísticas, portales de opinión y publicidad y turoperadores que ofrecen sus servicios para visitar el Valle.
- 6.5. Formación del personal. La formación específica de guías, acompañantes y profesionales pedagógicos es clave en un lugar complejo como el Valle. En este sentido –partiendo de nuestra experiencia en el Pirineo-, se propondría una formación permanente de Guías y agentes de los Lugares de Memoria. Esta formación específica y complementaria garantizaría la transmisión memorial correcta y evitaría la banalización del lugar.
- 6.6. La gestión y el presupuesto: Uno de los problemas a los que se debe enfrentar la administración, es la dotación presupuestaria para la reformulación del lugar. En 2011 se estimaba un importe mínimo de 10 millones de euros para obras de conservación del espacio, y otros 3 millones para la restauración del conjunto escultórico (ICE). Evitar sólo la ruina del lugar ha costado 12 millones de euros desde 2012, sin haber hecho ningún tipo de reforma de calado democrático.6Para elaborar un proyecto capaz de reformular un lugar como el Valle, se debe tener presente que requerirá una gran partida financiera (concurso internacional, ejecución proyecto memorial, nueva plantilla especializada, proyecto museográfico, investigación sobre inhumados, etc.); para ello se tiene que estar atento también a una partida específica presupuestaria sobre el Valle y las diferentes líneas de ayuda para tirar adelante un proyecto de esta magnitud. Otro elemento clave es ¿de quién dependerá el nuevo Valle de los Caídos? Más allá de los distintos aspectos que se tratan en el ICE sobre las competencias jurídicas que tiene la comunidad benedictina o la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos (elementos que deben solucionarse de forma previa), el lugar debería depender no sólo de Patrimonio Nacional, pues la nueva Dirección general de Memoria tendrá un nuevo rol directivo sobre este espacio. La fórmula, igual que en los grandes memoriales nacionales en Europa puede ser mixta, pero es importante que se dote el nuevo Memorial de una capacidad jurídica pública y estatal pero autónoma. Una nueva y pionera institución memorial también transnacional con una serie de organismos de gestión propios. Es necesario un replanteamiento sobre “quien manda” en el lugar y si se tienen que estudiar nuevas fórmulas de gestión pública, de creación y gestión de una nueva institución de Memoria y patrimonio a nivel estatal; inclusiva y seguramente relacionada con la nueva Dirección General de Memoria Democrática y otras herramientas que considere el Estado.
7. El acceso a la justicia frente a La impunidad franquista
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La evolución de la justicia universal vivió un salto adelante a finales de los años 1990 para poder perseguir los delitos de guerra, de genocidio y de lesa humanidad. La justicia española hizo una contribución muy importante con el enjuiciamiento de criminales de dictaduras del Cono Sur. Sin embargo, cuando se empezó cuestionar porqué la justicia española no perseguía a los criminales de su propia dictadura, todo cambió y el modelo de impunidad franquista se empezó a enrocar jurídicamente. Desde entonces han sido varios los intentos de esclarecer los delitos cometidos durante la guerra y el franquismo pero la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977 se ha esgrimido por parte de la judicatura como un muro infranqueable. Los puntos “e” y “f” de su artículo segundo, por los que se amnistiaba los delitos o faltas que hubieran cometido las autoridades, funcionarios y agentes del orden público, se convertirían en los pilares esenciales de cualquier argumento jurídico que pretendiera frenar cualquier iniciativa indagatoria. En 2009 incluso sirvieron a las entidades ultraderechistas Manos Limpias y Asociación Civil Libertad e Identidad para querellarse por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón y su causa abierta para esclarecer los crímenes del franquismo. Una vez apartado de la carrera judicial, el Tribunal Supremo le absolvería en 2012 mediante una sentencia que, por otro lado, asentaría suficiente jurisprudencia como para que otros juzgados rechazaran cualquier querella que persiguiera a los criminales del franquismo. La carencia de un desarrollo de políticas de memoria democrática en España ha conducido a la judicialización del problema. Familiares de víctimas del franquismo han tenido que acudir a la justicia argentina para dar una salida a sus demandas de verdad, justicia y reparación. La causa 4591/2010 que se tramita en virtud del principio de justicia universal en el Juzgado nacional de lo criminal y correccional federal número 1 de Argentina, la conocida como “querella argentina”, y los intentos de la jueza María Servini para tomar declaración a conocidos torturadores como Antonio González Pacheco (“Billy el Niño”) o a Jesús Muñecas, no han podido sortear los continuos obstáculos del gobierno español, como el acuerdo del Consejo de ministros del 13 de marzo de 2015 contra las extradiciones o la instrucción de la Fiscalía General del Estado de 30 de septiembre de 2016 para que ningún juzgado colabore.
- Animados por los continuos informes de las Naciones Unidas, como el redactado en 2014 por Pablo de Greiff, Relator especial del Consejo de Derechos Humanos, o las frecuentes denuncias de organismos como Amnistía Internacional, familiares y asociaciones “memorialistas” han diversificado sus estrategias. Más allá de la “querella argentina”, impulsada por la Coordinadora estatal de apoyo a la querella argentina (CEAQUA), se han planteado distintas formas de recurrir a la justicia, ya sea a través de solicitudes a los ayuntamientos para que se querellen contra los crímenes del franquismo en juzgados de primera instancia (Vitoria, Pamplona, Barcelona y otras ciudades que paralelamente han creado la Red de Ciudades contra la Impunidad Franquista) o las querellas que los propios familiares o los mismos represaliados han presentado por sí mismos en los tribunales. A todo ello hay que sumar el papel de determinados grupos parlamentarios que durante la oposición al gobierno del Partido Popular, han presentado varias proposiciones al Congreso de los Diputados (Unidos Podemos, ERC, PSOE, PDeCat…) con toda una batería de medidas que cualquier política de memoria democrática debería tener presente para el debate: anulación de los juicios del franquismo, modificación de la Ley de Amnistía y el Código Penal para facilitar la persecución de delitos de lesa humanidad, creación de comisiones de la verdad, retirar condecoraciones a torturadores, cooperación con la justicia argentina, etc.
- La última proposición no de ley, presentada por el grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea el pasado 21 de junio, reclamaba en diferentes puntos, una mayor implicación de la Fiscalía General del Estado en el enjuiciamiento de los crímenes del franquismo (dejando sin efecto si instrucción de 30 de septiembre, que obstaculizaba la investigación), así como la retirada de condecoraciones y distinciones a torturadores del régimen imputados en la causa argentina, como es el caso de “Billy el Niño”. Contaba también con la emisión de instrucciones los Servicios Jurídicos del Estado para que se promuevan las acciones oportunas ante los tribunales del orden jurisdiccional penal para la persecución de estos crímenes. Proponía la anulación del acuerdo del consejo de ministros que impide las extradiciones y requería una mayor colaboración con el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 de Buenos Aires. Pedía que se tramitaran como proyectos de ley la modificación de la Ley de Amnistía del 15 de octubre de 1977 y la modificación de la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal para evitar que se impidan los enjuiciamientos. Y finalizaba demandando la nulidad de las sentencias emitidas por los tribunales y otros órganos penales, civiles y militares, que durante la guerra civil y la dictadura, condenaron y sancionaron por motivos políticos, vulnerando las más elementales exigencias del derecho. En todo caso, todas estas iniciativas apuntan a la necesidad de una mayor colaboración de la política con la justicia.
- En todo caso, todas estas iniciativas apuntan la necesidad de una mayor colaboración de la política con la justicia.
8. Punto y seguido.
Debemos explicar el franquismo, el nacionalcatolicismo y la dictadura a nuestros hijos? Debe la democracia crear estrategias y garantías de no repetición? Puede la sociedad española afrontar su pasado y ser así más justa? Podemos reparar en parte el daño y el trauma sufrido por nuestros antepasados?…
Si es así, debemos actuar sobre el monumental y monstruoso monumento del Valle de los Caídos o Valle de Cuelgamuros. Hemos apuntado y recogido algunas ideas y debates públicos sobre ese espacio de conmemoración de una dictadura y un dictador. Proponemos pues uno o varios proyectos modernos, valientes y profesionales para abordar políticamente y públicamente el tema y actuar sobre él. El presente documento es solamente una aproximación desde diferentes prismas y requiere de un debate y un documento de trabajo más ejecutivo, por eso lo finalizamos con un punto y seguido. Nuestra posición profesional es la de actuar, y actuar pronto en tres fases y ámbitos claros:
- Dejar de conmemorar al dictador y a la dictadura en un monumento creado por él para dicha finalidad. La democracia no puede honorar ni conmemorar dictadores ni dictaduras. Trasladar al mundo privado los dos cuerpos es condición “sine qua non”.
- Abordar el tema del Valle como necrópolis. Estudiar el tema de los soldados de la guerra y sus cuerpos inhumados o trasladados al Valle, voluntariamente o a la fuerza. Por ello debemos crear un centro que puede ser relativamente permanente (hemos puesto CIVVC –de forma casi especulativa pero evidente-) para intentar abordar el tema profesionalmente, identificar el máximo número de restos y dignificar los cuerpos y a sus familiares. Este proceso, no es sencillo, pero en España y Europa disponemos de equipos de expertos sobre dicho tema y fosas de desaparecidos. El resultado sería la creación de un cementerio memorial dignificado al uso de los espacios de guerra en el resto de países internacionales. Un nuevo emplazamiento autentico, digno, ejemplar y simbólico de la Guerra Civil, incluso sería destino más apropiado buscar un lugar emblemático de la guerra, pero esto queda abierto para el debate y los expertos.
- Realizar un Parque Memorial que explique la dictadura y lo que fue el Nacionalcatolicismo. El lugar es icónico, único y simbólico. Un lugar de memoria que explique como se impuso un régimen que conquistó con violencia, duró y se impuso casi cuarenta años y ocupó la vida pública y privada de más de tres generaciones, un memorial en proceso, moderno y con algunas “antenas” o “sub-sedes” en conexión. Nuestra democracia es capaz de realizarlo y la ciudadanía merece una memoria democrática pública emblemática.
Terminaré con una de las frases que sintetizó uno de los seminarios transnacionales de nuestro Observatorio Europeo de Memorias –EUROM- en Berlín organizado con el Memorial del Muro de Berlín. El muro en si mismo, a partir de los años 1990 quiso ser destruido y demolido en su totalidad; por suerte y también gracias a los vecinos, no fue así y ahora es uno de los ejemplos más emblemáticos de lugar de memoria. Mi síntesi fue: “el Muro de Berlín fue construido para Dividir, el Memorial del Muro de Berlín, ha unido más que nunca a través de su la memoria ciudadana y de la capacidad de transformar los usos del pasado en el espacio público”.
EUROM, Jordi Guixé, Agosto 2018
9. ANEXO 1. Listado de asociaciones con las que contactar
- Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)
- Foro por la Memoria
- Coordinadora estatal de apoyo a la querella argentina contra crímenes del franquismo (CEAQUA)
- Asociación para la Memoria Social y Democrática (AMESDE)
- La comisión –mismo presidente Jaime Ruiz?-
- Andalucía, A. Gordillo, sobre el canal de los Presos
- Andalucía, Asociación familiares fosa de Málaga
- La Comuna – Presxs del franquismo
- Associació Catalana d’Expresos Polítics
- Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo.
- Asociación Guerra-Exilio y Memoria Histórica de Andalucía
- Memoriaren Bideak: Esclavitud bajo el Franquismo
- Sociedad Aranzadi
- Fils et Filles de Républicains Espagnols et Enfants de l’Exode
Cuestionario
- ¿Qué creéis que se debe hacer en el Valle de los Caídos? [Máximo 10 líneas]
- Puede ser Cuelgamuros un lugar de memoria?
- Como dignificarías los soldados de la Guerra Civil?
- Como dignificarías los posibles trabajadores forzados y víctimas de la dictadura?
- Puede ser el Valle un cementerio memorial nacional?
- Se deben mantener algunos símbolos? Y como? Y dónde?
- ¿Creéis necesaria una Comisión de la Verdad? ¿Quién la debería componer y qué funciones debería tener? [Máximo 10 líneas]
- ¿Cuáles han sido las deficiencias de la “ley de memoria histórica”?
- ¿Qué objetivos debería marcarse la nueva Dirección general de Memoria Histórica del gobierno español?
- ¿Qué papel deberían tener las asociaciones “memorialistas” en unas nuevas políticas públicas de memoria?